viernes, 20 de mayo de 2011
I speak because I can
Bueno, he de tomarmelo con calma. Es un proceso largo, y nadie dijo que fuera facil. Vuelven las sombras y las tardes lluviosas. Arder por dentro mientras te deshaces por fuera. Lo dejo. Tiro la toalla: no puedo explicar lo que me pasa, ni el porqué. Realmente me conformo con arreglarlo. Me dejo para el curso que viene el poder entenderlo. Bueno, pero aun estoy aqui, aun puedo pensar y hablar con cierta coherencia. Caer y levantarse, caer y levantarse, y asi hasta la eternidad. No creo que pueda hacerlo, pero eso es otro problema. No debe preocuparme ahora. Semanas atras me ponía metas absurdas, 27 años. Si para entonces no habia hecho nada reseñable con mi vida, o no habia encontrado a nadie que me hiciera querer vivir cada dia a su lado, tomaria el camino del Rey Lagarto. Sí, lo reconozco, la muerte me obsesiona, me da mucho miedo, pero lo que mas me aterra es acostumbrarme a ella, pensarla como una acompañante mas del viaje. Si no viví más fue porque no me dio tiempo, creo que pone en la lapida del Marques de Sade. Pero no, no te confundas, no es un placer morbido por la corrupcion de la carne. Sencillamente me gusta tanto la vida que me da pánico no saber vivirla. Ante la respuesta evidente que piensas, no, no creas que eso me resulta facil hacer eso, quiza por eso le doy tantas vueltas a todo. Cada palabra es una esquina que esconde una larga calle, una calle por la que siempre siempre me pierdo, mal iluminada, con adoquines sueltos y algun que otro charco. Y es que, lo reconozco, me abruma todo lo que se puede hacer en esta vida: los mil caminos, los mil errores, las caras, los cuerpos, los labios, los placeres y las alegrias, los pequeños logros y las caidas. Me encanta absolutamente todo, pero no se vivirlo. Amo vivir. Sí. Pero no se como hacerlo. Ni siquiera sé si el amor es el centro de todo, o el sexo. No lo sé. Solo son parcelas, trozos de un tablero con muchos calculos posibles. Soy consciente de que es facil hablar cuando no se tiene, pero de todas maneras, tendras que reconocerme que aunque solo sea en parte, tengo razon. Quiero hacer tantas cosas, que no se si conformarme con ser amante seria suficiente para mi ego. Porque sí, lo tengo, un ego corrosivo, que me impide asumir que ser como los demas, es una opcion que existe, algo plausible. No. El me lo impide, por eso los 27 años, por eso las prisas y todo lo demas. Hay que aportar algo, aunque solo sea el recuerdo en las personas que aprecie. Aunque solo sea eso. No quiero portadas ni fastuosos cumpleaños ni ceremonias, sencillamente ser recordado por alguien. Y tambien eso se me antoja demasiado presuntuoso. A decir verdad, siempre me ha costado relacionarme con los demas ( supongo que esto ya lo suponias), por lo que busco motivos mas grandes, dedicarme a algo mas grande que tu y que yo, algo que por fuerza quede incompleto, que el trabajo de toda una vida no sea capaz de abarcar. Megalomania. Pero es que no puedo escoger otro camino. No puedo, lo siento. No me veo capaz de rechazar nada, porque todo me gusta, todo quiero hacerlo. Y contarlo. No se a quien. Puede que a todos. Porque el nivel superficial no me duele, ahi no se pierden prendas, los daños no son críticos. La poesía. Sí, pienso en ella, claro. Hace tiempo que no escribo nada, no por falta de ideas, sino, seguramente, por falta de animo. Camino por la calle y pienso en frases, frases sueltas, pertenecientes a ningun conjunto pero que quedarían bien en alguno si pusiera un poco de voluntad, pero mi talón haría languidecer al de Aquiles. Despues de la explosion de esta mañana, estoy mucho mas tranquilo, pero no es una calma autentica, sino una sensacion de anestesia, de estar estabilizando el Pequod despues de una tormenta. Esforzarme en imaginar que el lunes de mañana será diferente al lunes de ayer es perder energias tontamente. Improvisar sería una buena medida. Un monton de cartas sin acabar no equivalen, si las juntas, a una carta acabada, o puede ser que lo que digo son tonterias. Sí, seguramente sea eso. Como la lista que se me ocurrió hace unas semanas. Algo asi como: cosas que hacer antes de morir. Hablaba de tocar instrumentos, casarme estrafalariamente o correr tras un coche como en las peliculas, pero, curiosamente, no decia nada de sonreir, o de pasar un rato agradable simplemente paseando por la calle. Me paso los dias buscando la luz, la luz. No se si la encontraré en alguna parte, pero de momento hablo, y lo hago, porque, despues de todo, y esta es la buena noticia, aún puedo hacerlo.
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