miércoles, 30 de enero de 2013

Faster, Lexi Belle! Kill! Kill!

Al final se me hará tarde. Tenía practicamente una semana y media para superar mi objetivo: escribir más posts en un mes que en todo el año pasado. Ahora me veo aqui, hundido en la miseria con poco tiempo y mucho espacio que llenar. Mala señal. Si ya cuando escribo un post al dia suele ser horrible, no quiero imaginar la horrible calidad que tendrán tres en el mismo tiempo. He notado un cambio, no sé si a mejor o a peor (aunque siempre he pensado que nunca se puede cambiar a mejor, pero bueno, eso es otro tema)en mi propia conducta. De la depresión a la frivolidad. Supongo que lo ideal sería quedarse en el termino medio, pero eso es cosa de gentes más vividas que yo. A mi me gusta más imaginarme mi vida, no vivirla. Estar sometido a una continua corrección, a un eterno empezar-otra-vez. Un juego de máscaras. Desconozco si es un síntoma de estupidez o de inteligencia el ser capaz de ser mil personas diferentes: no me angustio por eso. Simplemente trato de pasarmelo bien con las cosas pequeñas. A veces el mundo es un juguete, otras una carga. Vivo en esa disfunción, que, por otra parte, no es nada extraordinario. Y es que en el fondo, eso es hacerse mayor, crecer: darte cuenta de que no eres especial. Sigo escribiendo, esperando a una nada que me grite en el oido, muy profundamente, algo que me indique el camino. On the road. Falso beat. Me considero terriblemente fiel. Fiel a todo. A mis gustos, a mis miedos. A mis amigos y a mis enemigos. Cada suspiro se lleva una palabra. Una palabra que nunca vuelve. Es, en cierta manera, una forma de perder la fe. Quedándose en silencio. Esperando. Todo se limita a eso. A esperar, de forma tranquila o salvaje lo terrible de la vida, aquello de lo que no podemos escapar. Es un partido perdido de antemano. Español. Siempre pone ejemplos deportivos. Es la parte que más detesto de mi mismo. El vago sur europeo, el caótico mediterraneo. ¿Sorprendido? No mucho, la verdad. Faltan dialogos. Eso no puedo inventarlo. Puedo crear vicios, pero no puedo obviar mis necesidades. Amores perros, de esos que soportan horas de lluvia, en soledad, mutando las sonrisas en lagrimas, las ilusiones en pesadillas. No seré una buena pareja, me falta práctica. Mucha. Estoy volviendo a ser el niño que peleaba con todos, el pequeño macarra que jugaba con cadenas y corria por el campo. Ahora juego con otras cosas y corro por otros lugares y de diferentes maneras, pero la esencia está ahí, justo ahí, volviendo atrás en el tiempo para reconocerme intacto. Para volver a empezar, recorriendo aquellos caminos que dejé intactos la vez anterior. Profesor. Es una opción. Pero no quiero ser reconocido como nada. No. Durante una época me plantee no dejarme fotografiar, jugar con mi no-existencia. Ahora no lo veo así. Fotografías distintas, Rrose Sélavy. Algo así. Esconderme tras el personaje, ser un poco travieso. ¿Por qué no? En fin, supongo que aunque cambie las palabras, siempre hablo de lo mismo, de lo único que me importa: yo mismo. Lo malo ( aunque no sé porque tendría que serlo, pero bueno...) es que no me sirve de aprendizaje. No noto un cambio gradual, no me noto crecer poco a poco. Hoy soy una persona totalmente diferente de la que era la semana pasada: otros recuerdos, otro estado de ánimo. Sexy. Paso de todos vosotros. Por fin no os necesito. Siempre que toco el mundo suena una nota. Vamos. No tengas miedo a equivocarte. Me doy cuenta de que nada es definitivo. Solo parece importante en mi mente, pero cuando se hace realidad, no es para tanto. Hablo de planes de vida, de proyectos, de miedos, de soledades. Quería ser un joven maldito, pero me estoy perdiendo por el camino. Me estoy quedando en la estación anterior, en la cínica. Un maldito joven descreído. En eso me estoy convirtiendo. O me he convertido ya y todo esto son recuerdos construidos, ¿quién sabe?. Quiero pintar, quiero huir, huir lejos para reencontrarme contigo en un futuro que no es este, en una Arcadia solo para nosotros, de acceso restringido. Sigo siendo un romántico gilipollas. Dame tus armas, dame tu parte del robo: estas fuera del trato. No me gusta esa manera de enfocar las cosas que tienes. Mátame ahora si te atreves. Será una perdida de tiempo. Soy inmortal. Me estoy dando cuenta. Y todos tus artificios modernos no te servirán para nada: te hundirás en la mierda. En esa mierda que he creado especialmente para ti, con el sabor que más te gusta. Uh, demasiado violento. Calma. Joder. Todavía hay demasiados rincones en los que meter la nariz, tengo curiosidad. No es momento de pararse aqui. Ni mucho menos. Pero bueno, ya vuelve la megalomanía. Sigo estando tan flojo como hace un mes. El cambio no existe. Es todo una ficción. En fin, ya hablo demasiado. Musica: Florence, siempre Florence y una fiesta interminable: eso que se baila ahora, el fast-hedonism, equivalente vital de la comida basura. Es un tema interesante. Pensaré en ello. Máximo exponente: Pitbull. Por último, uno de mis nuevos vicios: Stockhausen. Nunca me ha gustado decir adios.

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