viernes, 8 de abril de 2011

KOREA, KOREA, KOREA!!!

No todo iba a ser felicidad y mas felicidad en el pais de la piruleta y los algodones de azucar. Y no es por ti, no, tu eres de lo mejorcito que me ha pasado en años y de hecho creo que soy unos centimetros mas alto gracias a lo bien que estoy a tu lado, amén de ir con una sonrisa de oreja a oreja cuando pienso en ti. Es el glorioso tiempo de abrir la boca y traspasar la ultima frontera que me queda para poder decir que está todo superado. Lastima que haya necesitado casi un curso entero para asumirlo, pero teniendo en cuenta que no cogí autentica confianza con mis amigos hasta pasados 3 años, pues tampoco está tan mal. El caso es que tengo dos opciones: dejar que la situacion me supere o jugar sin miedo. Incluso Charlie Parker sufrio en sus primeras jam sessions. Mi aficion por los desafios siempre me salva de caer en desgracia, aunque me iría mejor si no fuera tan exagerado, siempre al filo del alambre, justo a punto de caer. Pero, por dificil que me resulte, desde el viernes pasado me cuesta bastante ser pesimista, asi que lo veo como un reto bastante interesante, maxime cuando pienso en que voy sin ayudas, todo lo que tengo es lo que me pueda ganar. Eso me parece estimulante, sobretodo cuando veo a alumnos modelo que, si serán todo lo perfectos que tu quieras, y posiblemente mas listos que yo, eso seguro, pero mi inestabilidad siempre ha producido beneficios, y, que coño, que no quiero ser perfecto. Me gustan mis errores, cada vez más asi que no me molesto en eliminarlos. Es como el lunar que tengo en el ojo. Sí, un lunar en el ojo. Cuando me operaron de pequeño la doctora dijo que habia que quitarlo, porque podria crecer y taparme el iris, creo. Pero no me da la gana. La verdad es que llevo muy mal que me den ordenes, que me digan lo que tengo que hacer: mi impulso ( ya casi inconsciente, incontrolado) es hacer justo lo contrario, aunque sepa que me estoy equivocando. Además, el lunar es el unico recuerdo que tengo de mi abuelo. No lo llegué a conocer, pero a decir verdad me hubiera gustado mucho hacerlo. Posiblemente sea, ademas de mis padres y mi hermana, al unico familiar que me gustaria haber conocido. Todos los demas, sobran. Fue marino y minero, trabajó de verdad en esa época en la que las teles y los recuerdos estaban en blanco y negro. Me acuerdo de él cuando veo a los pijos en la facultad o cuando me entero que alguien tiene las cosas faciles por mediacion de algun enchufe. Y no puedo mas que apretar los dientes y seguir peleando. Por él. Porque quizá lo lleve en la sangre. O porque quizá soy tan jodidamente competitivo que cuando veo sangre la mirada se me convierte en una llama ardiente. Lo mejor de todo son las esferas, la capacidad de luchar hasta el agotamiento sabiendo que puedo perderme en el oceano de tus ojos, y pensar que eres un milagro, mi milagro.


Nota para los señores X: El juego se llama "yo tengo razón". Sólo se puede jugar si yo te invito. Yo pongo las reglas y yo las cambio. Hagas lo que hagas siempre vas a perder: deberias saberlo. Quizá en otro momento podrias haber elegido no jugar, no asistir, pero es tarde. Ya estas invitado. Asume las consecuencias. Nunca habeis competido con alguien tan feliz como yo. Ready, steady...



GO!!!!

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