jueves, 27 de diciembre de 2012

Memento

Hace días que siento la necesidad de hablar sobre ti. Realmente no sé a qué se debe, pero desde hace un mes no puedo dejar de pensar en tus cosas. A decir verdad, no nos conociamos demasiado, no eramos amigos inquebrantables, ni nos queriamos, pero contigo noté algo diferente, creo que una vez te lo dije. Soy incapaz de tomar la via fácil e intentar enviarte un correo diciendote simplemente: "Perdón. Fui un capullo. Te echo de menos." Podría funcionar, pero mereces algo con más estilo. Y precisamente hoy, de pura casualidad, recogiendo el eterno desorden de mi mesa, he encontrado aquella carta tuya: joder, que ilusión me hizo. Nunca llegué a expresarte del todo lo que significó para mí. Con el tiempo me doy cuenta, que no es que la gente sea rara, mala o envidiosa: Lo soy yo. Yo soy el raro que se encierra en casa, el que cada vez siente menos la necesidad de relacionarse con los demás: sí, sigo siendo ese niño que jugaba solo en su habitación, soñando que alguna vez tendría amigos y una chica que le dijera "te quiero". No era tan complicado. Me da miedo intentar decirte: "hola, ¿que tal estás?", no me apetece ver todo lo que voy dejando atrás: creo que tengo una de las llaves de mi cabeza. No es que no sepa hacer nuevas amistades (últimamente escondo mi personalidad en multiples capas: mis debilidades quedan a salvo) sino que no sé mantener las -pocas, cada vez menos- que me quedan. Por eso no quiero, por mucho que me acuerde de ti, pedirte perdón. Me da verguenza reconocerme en ese paraje desierto que es mi vida: me limito a mirar hacia delante, pero no ilusionandome por proyectos o ideas, no, no hago eso. Miro el futuro simplemente como una huida, una manera de alejarme de esa identidad con la que no me identifico, pero que a veces, toma el control y lo rompe todo. ¿Después? Después solo quedan los escombros, las palabras nunca dichas, y tambien las que se dijeron en un arrebato de celos o miedo o quizá una mezcla de ambas. Desde que te conocí, aquel ya lejano 10 de diciembre de 2010, he intentado sustituirte, buscando nuevas historias, otros estímulos que pudieran llegar a hacerme pensar que, bueno, en el fondo, tampoco fue para tanto. "¿Ves? Hay más como ella. Eres un tonto." Pues me equivocaba. Joder. Me equivocaba desde alfa hasta omega. Tengo la sensación de que me repito hablando de esto, pero hoy, hoy necesito repetirme. Necesito volver por aquellos caminos, colorear estos paisajes que hoy mueren en blanco y negro, intentar recordar como era tu voz. Para mal, ahora te asemejas más a una construccion de mi mente, seguramente lejana a tu propia identidad. Me da igual. Es mi unico placer, la unica manera que tengo de poder estar cerca de ti. Suena como si te quisiera, y es que, te quería ( lo sigo haciendo, aunque no se bien que forma tiene mi amor ahora) de una forma nunca antes sentida, no prevista. Supongo que para alguien normal ( sin mis miedos, neuras y ataques de pánico ante los apocalipsis) toda esta construcción ideal sólo puede ser fruto de una mente enferma o decididamente triste. Bueno, si un ladrón me pusiera un Smith and Wesson en la sien y me obligara a decidirme entre ambas, aunque dudaría un rato, acabaría por decidirme por la tristeza. Siempre me decido por ella. Nunca me abandona. De manera segura, desde hace seis años. Seguramente sea desde hace mucho antes, pero me atrevo a hacer suposiciones. Supongo que mi naufragio empezó cuando me dijiste que tenías novio. Sí, lo sé, la mayoría de "amantes platónicos" dejan de serlo cuando se dan cuenta de que su objeto de adoración pasa de sus chorradas. Y lo entiendo. Joder, yo tambien pasaría. Me gustaba pensar en ti como en aquella leyenda sobre Frank Sinatra y Ava Gardner: dicen que Frank cuando la vio entrar al bar donde estaban, le dijo a su compañero de whisky: Voy a casarme con esa mujer. O algo asi. A decir verdad, mis aspiraciones eran mas modestas, no se, me conformaba con repetir aquella noche que se me quedó grabada a fuego en el alma (si estuvieras aqui, te pediría que me pisaras el pie, o que me acuchillaras el meñique para no decir estas cosas tan cursis...). Sea como fuere, el darme cuenta de que me faltaba confianza, dinero e ingenio para llegar a gustarte fue actuando como una especie de veneno: empezaron a molestarme tus bromas, tus comentarios no pasaban de ser el de una chica mona que se cree moderna y todas esas gilipolleces. Obviamente, no era tu culpa, ni tu eras tal y como yo te veía en aquel momento, pero no podía asumir que de seguir así, te perdería y nunca repetiríamos otro 10 de diciembre. Me siento angustiosamente mal por recordar tanto aquel día: viniste a Alicante, recitaste y te marchaste. Pero hoy, revisando esa carta que te he dicho que he encontrado esta mañana, he vuelto a ver aquella hoja en la que me recomendabas música y más música y entonces, como por arte de magia, ha vuelto a encenderse aquella conversación nocturna. La gente me daba miedo y no sabía como reaccionar en situaciones socialmente hostiles, en las que se supone que hay que tener la lengua afilada para marcar el territorio, asi que me refugié en ti. Pero fue mucho más que eso. Descubrí que eras el puerto al que siempre habia querido llegar. Y desconocia la razón. No sabía el motivo, pero necesitaba tenerte cerca y escuchar tu voz entre el alboroto de las demás personas. Me hablaste de las sirenas, de las peliculas de miedo japonesas y me enseñaste tus zapatos de tacón. Entonces, como en una especie de despertar, enseguida llego al momento de la despedida, a ese abrazo demasiado temprano, con el que me tuve que despedir. Fue la primera vez que sentía de verdad un abrazo. La semana siguiente me la pasé llorando, por la sencilla razón de que te echaba de menos joder. Te echaba de menos y quería verte, quería quedar contigo todos los días y escuchar tus historias, y contarte mis miedos y beber hasta tambalearnos y perdernos por las calles de alguna ciudad que no conociera nuestros nombres. Hay algo en todo esto que me hace sentir horrible, como si las pérdidas que siempre he achacado a los lances de la vida y todos esos rollos, hubieran sido en realidad única y exclusivamente culpa mía. Incluso echo de menos tu último mensaje, en el que me mandabas a la mierda, diciendome que yo no significaba nada para ti (el mensaje no era así literalmente, pero esa era la idea). Mandarte una solicitud de amistad en facebook es arriesgarme a que vuelvan a dolerme estas heridas que trato por todos los medios de esconder a los ojos de todos, sabiendo, íntimamente, que no se pueden curar, que llegará un momento en el que no pueda soportarlo, y de una manera u otra, me deje ir. Va contra el estilo (incluso para lamentarse hay que tenerlo en cuenta) el decir a quien me refiero, es como si considerara a los demás tan estupidos como para darles la solución del enigma al final de todo el juego. No, no va por ahí, necesito decir tu nombre como una manera de decir en voz alta que quiero volver a saber de ti, que quiero que vuelvas a hacerme feliz simplemente diciendome hola y que me apetece mucho que podamos volver a construir ese castillo que yo, de una patada, como cuando me regalaron un parking que no tenia gasolinera, destrocé. Adriana, espero que algún día leas esto y que, a pesar de lo idiota que fui, no me gastes demasiado rencor o indiferencia y podamos volver a saber el uno del otro. Cuidate mucho. Un beso.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Fun. No se puede vivir sin amor.

El otro día pensaba que estaba bien, e incluso me asustaba ver que todo salía según lo previsto, pero este fin de semana he tenido una recaída, una de las importantes. Vuelvo a sentirme solo y lejano, abandonado de cualquier piedad, de toda posibilidad de comunicación humana. Miro a mi alrededor buscando culpables, como si mis problemas fuesen un abrigo que me muero por tirar a la basura, pero no: el problema soy yo. Soy yo. Mi comportamiento se vuelve errático, lánguido, ridículo. Cada gesto silencioso es en realidad un grito de socorro, una llamada a la calma ( todo esta bien, todo esta bien). Pero esto no es una broma, está pasando realmente. Pierdo el control de nuevo y me siento a la deriva. No es fácil de explicar, pero tampoco siento la necesidad de pedir perdón. No, nunca más. Estoy harto. Harto de tener que parecer, de tener que sonreir cuando no me apetece, de hablar y de callar. En realidad todo me sobra, cuando, friamente, no tengo motivos para ello. Pero eso ya lo sé. De hecho, también sé que ahora, a la vez que estoy tratando de ser sincero, estoy de nuevo mintiendo, dominado por esta manía que me persigue, que convierte mis días en ferias ambulantes de monstruos y mujeres barbudas. Cuando me paro, los fines de semana, las tardes, los viernes, noto un huracán dentro de mi, algo que me arrastra hasta mi propia profundidad. Ya no tiene que ver con traumas infantiles, con novias que no me hicieron caso o con proyectos que no salen bien. Esto es otra cosa. Lucho contra la nada, contra la oscuridad. El pánico a morir, a hacerme daño. Hace unas semanas, aporreando la guitarra (sí, sigo sin saber tocarla) me hice una herida en el dedo con el que rasgaba las cuerdas: al verme la sangre, no quise curarme. La dejé ahí, casi me gustaba sentir el dolor. Como si no me importara. Eso se me pasó cuando empecé de nuevo la rutina. De hecho no sólo volví a mis cosas habituales, sino que fui capaz de entrar en un nuevo ambiente: me apunté a clases de boxeo. No es que sea el próximo Micky Ward, pero por lo menos hago ejercicio y, lo más importante, supero una barrera mental, esa que me impide contactar con gente nueva y someterme a situaciones que no he previsto antes. Cosas tontas, pero para mi, muy dificiles. Aunque no lo crea del todo ni todas las palabras que diga sean verdad, necesito expulsarlas, llevarlas lejos. Algunos días es agotador, realmente agotador ver a un extraño en el espejo, caminar con los brazos pegados y los ojos muy abiertos. No es cómodo darse cuenta de que no soy normal, de que no lo he sido y, posiblemente, nunca lo seré. El oleaje nunca para, jamás se detienen los golpes recibidos por las olas con forma de palabras, pensamientos, sueños, frustraciones, ideales...llámalo como quieras. Sin embargo, no quiero cambiar, quizá con la esperanza de que esta diferencia me lleve lejos, a un lugar tranquilo, sin el ruido de las convenciones y las aparienecias. Ultimamente estoy intentando recuperar mis versiones anteriores, volver a la ilusión que una vez sentí (no es que ahora no tenga ilusión, que sí, sino que quiero volver a "aquella" manera de ver el mundo) y a ese mal carácter. Bueno, esto requiere una explicación. Nunca he abierto la boca para nada, y luego me arrepentía. Nunca sabía como reaccionaba el mundo, pues no me relacionaba con él. Ahora estoy dando pasos en la dirección correcta: hablo y posiblemente cometa errores, pero no es algo por lo que sienta que deba pedir perdón. Me sienta bien recuperar mi pequeña parte salvaje. Una vez se lo decía a Mamá: no quiero que mi vida sea una vida cualquiera. Quiero que llegue cuando llegue el momento de morir, mire atrás y sienta que ha merecido la pena. No puedo llevar demasiadas alforjas si quiero que el viaje sea largo. Por eso no me arrepiento de nada. Me sienta de maravilla ser un poquito salvaje y subir las montañas por el lado que me plazca (normalmente por el lado dificil). Espoleado por mi pasado y por mi miedo, soy incapaz de parar y mirar atrás: vivo en constante huida, sin saber quién soy, hacia dónde me dirijo o que podrán ofrecerme estos nuevos días hacia los que me dirijo con energías renovadas. Acabo este post bastante más alegre de lo que lo he empezado: los exorcismos siempre me sientan bien. No escribo para nadie, ni para gustar, ni para informar, ni siquiera para ser leido. Escribo para mi, para ese unico público que me interesa, el invisible, el silencioso, el que teje las vidas de mil personas locas y las deja caer en el olvido. Para ellos escribo, fuera de tiempo, fuera de lógica, absolutamente incomprendido. Asumir que soy como soy es una labor ingrata, muchas veces dificil y llena de sombras, de días como hoy y ayer en los que parece que estoy perdido, que he naufragado y todo es un desastre. Pero no, hay que seguir remando, remando, puliendo la propia vida como si fuese un diamante, porque en el fondo, esa es su verdadera naturaleza, tan brillante, tan valiosa. De nuevo la revolución fracasada, la pregunta sin contestar, pero ahora convertida en oportunidad. Es un juego. Todo es un juego.¿Ves? No pasa nada si jugando a la rayuela te sales del cuadrado. Puedes volver a entrar. Siempre podrás hacerlo. El otro día perdí mi telefono y con él todos los números de la agenda: una señal inequivoca de cambio. Soy un depresivo con demasiados cambios de humor, pero ¿sabes que? me encanta serlo. Adoro este continuo buscar y encontrar. Lo que hace tiempo se me presentaba como algo terrible, el no tener a nadie que echar de menos, me parece una tremenda liberación ahora. Estoy en plenas facultades, listo para coger las riendas de mi propia locura (destructiva, adorable, creativa, peligrosa, silenciosa, excentrica, triste, genial, oscura, vital, alegre e imprevisible) y viajar muy muy lejos, con o sin compañía al lugar en el que poder escribir mi nombre en el agua. Ojalá el objetivo de mi vida sea lograr ser feliz. Este es uno de mis temas favoritos recientes: el valle inquietante. Ya lo explicaré otro día.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Panic at the Slaugherhouse

Llegó. La rutina sanadora y todo lo demas, es decir, mis manias-de-septiembre y todos los miedos y pensamientos negativos que deje en el cajon de mi mesa antes de empezar el verano. Me alegra saber que no han perdido ni un poquito de sus energias y estan dispuestos, como siempre, a ponerme palitos en la rueda. Que bien. También, al salir de mi autoimpuesto exilio he vuelto a disfrutar de lo agradable que es ver a otras personas. Digo verlas. Solo eso. Hablar ya es otra cosa, aunque el otro dia fui a cortarme el pelo ( si, al final claudique y elimine esa asquerosa melena que me recordaba a mis tardes de encierro para dar paso a un reluciente look mod con mis orejas tapadas y un flequillo que ya no me tengo que ir apartando a cada paso) y me senti bastante comodo hablando con la peluquera. Me resulto guapa y simpatica, aunque no se si lo fue o si yo la vi asi debido a ciertas carencias afectivas del tipo femenino singular. Me declaro aqui y ahora como el ultimo romantico. Si, joder, todas las demas historias son pura farsa, pura imitacion y manierismo. Lo mio sera algo de cine, como en esas pelis en los que los tios eran tipos duros y las tias divas que nunca se despeinaban. Si. Será algo como eso o si no, quizas lo sea, pero que no rechazo encontrar. Volviendo a la peluquera, me gusto esa sensacion, quiza no esta todo perdido y aun pueda parar el proceso que esta convirtiendo mi alma en una bomba a punto de explotar. Aunque, dicho esto, tambien tengo que reconocer que no se que es lo que realmente se me da mal, si empezar una relacion ( del tipo que sea) o mantenerla. Dependiendo del dia opto por una u otra opcion y dependiendo la persona me apetece empezar, seguir, parar o borrar, como por ejemplo ayer. Y que bien me quedé. Creo que ya comenté que, como cualquier otra persona, tambien tengo un limite y despues de un mes de saludar con "hola! que tal?" sin recibir respuesta ( y gracias a ese maquiavelico invento de facebook de mostrar la hora a la que tus mensajes han sido leidos) entre en mi fase terminal, que es cuando saludo con un "hola?". Hasta aqui, ninguna novedad. Pero...me dije: date el gusto de sentirte poderoso y puse algo asi como: esta claro que intentar ser amable contigo es perder el tiempo. Adieu, que viene siendo el equivalente educado a mandar a tomar por culo a alguien. A veces me da miedo pensar que he entrado ya en esa fase en la que ya no haces nuevos amigos, sino que empiezas a perder los que ya tienes. He sido un panoli que ha esperado muchas veces a mucha gente, pero ahora...ahora ya no espero a nadie. No me da la gana. Hoy he sentido mi sindrome piscina. Tenia pensado apuntarme a un gimnasio nuevo, pero, oh, sorpresa, he conseguido esconderme en alguna excusilla para quedarme en casa. Lo que pasa es que luego me arrepiento, porque no quiero que mi vida sea asi, en casa pensando en todo lo que podria hacer y no hago, dejando que la excentricidad sea solo una idea, un proyecto irrealizable. No, tengo que correr y tirarme al agua, ya aprendere, ya sea boxeo, como en este caso, ya sea para invitar a alguien a tomar algo, escribir una de esas historias que esperan su turno en mi cabeza o yo que se...otra vez la revolucion que esta destinada a fracasar...pero eso, en el fondo es lo que mas me gusta de todo esto. Ayer mientras esperaba en la peluqueria, me puse a leer a Hemingway y me quede con una frase que decian en la introduccion "nunca quiso pertenecer al ambiente literario, ya que le aprecia que este hacia gala de un esnobismo exagerado, por lo que prefirio ser un personaje de leyenda, como alguien que acaba de saltar de un helicoptero o que ha perdido un combate de boxeo. Bueno, puede que quiza por eso me quiera apuntar, precisamente, a ese gimnasio. Y como es tarde...me voy. Es fantastico no tener que dar explicaciones a nadie. Dedicado a la parte malvada y maligna de mi ego, que crea fantasmas y enemigos para mantenerme despierto...Hey man, slow down...

viernes, 31 de agosto de 2012

Comatose but walking still

No se como explicarme: es una mezcla entre hastio por todo y todos e ilusion por la cosa mas pequeña, lo malo es que cuando estoy contento me siento un tanto infantil, como si fuese un crio pequeño que se rie por cualquier tonteria. Supongo que haber pasado el verano encerrado ( porque sentia que eso era lo que tenia que hacer, no lo digo en tono de queja) ha provocado un endurecimiento de mi fobia social. Cada vez me caen mal mas personas por los motivos mas peregrinos. En fin, no se bien que decir, sobretodo cuando no exteriorizo el cabreo o la decepcion anterior, hoy en la calle una de esas chicas-amables-pero-que-quieren-hacerte-firmar de Greenpeace ha dicho cuando pasaba "hola...adios". No sabia si me lo decia a mi. Caminaba muy rapido mirando al suelo, intentando, por una parte huir de una situacion social no prevista y por otra ( la parte comica) entrar en el corte ingles y estar fresquito. A veces pienso ( no se si por aburrimiento o por juego) que tengo alguna especie de sindrome cercano al autismo o alguna cosa asi. Si es verdad que quiza me recreo en el aspecto cinematografico y atractivo de estas cosas, pero no es menos verdad que mi comportamiento no se adapta a los canones normales. No me considero una persona normal ( aunque no se si eso es bueno, malo, horrible o fantastico) sino una que cada dia tiene mas manias ridiculas que puede controlar cada vez menos. Parece que diciendo todo esto estoy pintando un retrato demasiado negativo de mi mismo y, en fin, tampoco es para tanto, simplemente hay dias que llevo la soledad peor que otros y entonces, lo exagero todo hasta limites que pueden parecer demasiado tremendos. Tengo la incomoda sensacion ( como la mayoria de las veces en las que empiezo a escribir un post) que estoy forzando las frases, recurriendo al truco de hablar sobre escribir para ir llenando lineas y que asi parezca que estoy diciendo algo profundo. Vaya mierda. Lo dicho, mil versiones de mi mismo planean a cada segundo sobre mis movimientos y no consigo controlar ( o por lo menos captar) lo que significa mi propia vida. Me muevo a impulsos, como los salmones ( no se si ellos se mueven asi, pero la imagen subiendo contracorriente me parece bonita) y, como ellos, tambien llegare tarde o temprano a mi destino. Sin embargo, antes de eso, considero que tengo muchas cosas que hacer, y digo bien "hacer", porque cada dia que pasa esa es la unica esfera que me parece posible conseguir: los sentimientos quedan atras y atras, como si ya no me sirvieran por falta de uso. Cada vez mas me refugio en quehaceres solitarios, como pasatiempos y sustitutivos de palabras y quiza caricias ajenas. Estoy aprendiendo a no necesitar a nadie mas, a intentar sobrevivir con lo que tengo en mi interior. Desde pequeñito he tenido ese fallo, o esa forma de ser, asi que no me sera muy dificil. Los demas. El infierno son los demas decia Sartre, creo (aunque yo siempre he sido mas de Camus). Reconozco que he intentado, por unas semanas, rehabilitarme a mi mismo ( en fin, cada cosa que hago tiene ese fin) pensando que mi vida solo tenia sentido en relacion a los demas, y tal y cual, todo muy filosófico. Leia las Confesiones, de San Agustin y pensaba que podia llegar, pasito a pasito a una especie de paz espiritual. Pero eso es una mentira. Mi destino es estar en guerra permanente conmigo mismo, en matarme y salvarme tantas veces como haga falta. En traicionarme, en caer, en inventarme refugios para la lluvia de verguenza. Todo pasa dentro de mi: un barco a la deriva. No tengo destino. No existe. Quiza eso es lo que, aun sabiendolo, mas me cuesta aceptar. Todos queremos volver a casa, a un lugar en el que poder dejar que se curen las heridas, en el que poder gritar nuestro odio al mundo y llorar sin temor a ser juzgados. En ese lugar en el que podemos separar entre nosotros y todo lo demas. Mientras no exista ese hogar, no existe tal diferencia: todo mata, todo hiere, y las salvaciones son bromas sin gracia. Soy fruto de una prisa, de un exceso en la huida, del miedo del pasado y de fracaso que pudiera venir. Aun recuerdo mis cumpleaños en solitario. La cara aburrida del psicologo despachandome en cinco minutos y las veces que nunca les dije a las chicas que me gustaban que, eso, que me gustaban. Siempre termino haciendo referencia a mis traumas infantiles. Creo que deberia empezar a dejarlos atras. No me llevan a ninguna parte. Y no me hace bien recordarlos tan a menudo. Definiendo mi personalidad. Hoy estaba en mi Fnac, decidiendo que pelis me llevaba a casa para este fin de semana largo ( afortunadamente he acabado mi trabajo estival antes de lo que pensaba y puedo disfrutar de 4 grandes dias de diversion genial) cuando al tener en mis manos "Al final de la escapada" me he puesto a pensar en lo mal que me caen las personas modernas. En serio. Esa manera de llamar a las puertas de la fama me supera. Es como los nuevos revolucionarios. Los gordos. Los que no hacen mas que quejarse a traves de facebook o twitter. Sal de tu jodida habitacion y haz algo. Y cierra la puta boca, joder. Demasiados tacos. Casi lo consigo esta vez, pero no, he vuelto a fallar. El vocabulario, el vocabulario. Aunque quiza, ahora que lo pienso, es esa eterna obsesion por hacer algo, por ese eterno capricho prometéico de cambiar las cosas, de escribir a fuego nuestro nombre en la historia. No, joder (bah, de perdidos al rio) se puede tener una vida plena sin cambiar nada. La realidad es lo bastante compleja como para que puedas sentirte satisfecho simplemente con vivirla: no te empeñes en querer cambiar. Espera un momento...¿de verdad me creo esto que digo? Por supuesto que no. Por cierto, al final he comprado "Al final de la escapada". Siento que estoy en esa fase de la vida en la que no puedo hacer nuevos amigos, sino perder los (pocos) que ya tengo. Incluso ellos, en determinados momentos, me parecen insoportables. Creo que, realmente, tengo un problema con eso. Espero que septiembre, que no es el mes más cruel ( ese es Abril) me depare una buena racion de rutina para que pueda volver a ver a gente pasear por la calle y volver a imaginar que puede suceder el milagro sin necesidad de tenerlo previsto tres dias antes e incluso, que puedo llegar a sentirme plenamente satisfecho con mi vida y mi juventud. Aunque eso, sinceramente, me parece un objetivo demasiado dificil. Proximamente pondre fotos de las nubes grises que hoy tapaban el cielo de casa. ¿Señales?

sábado, 18 de agosto de 2012

Ich bin supersonik

Empezaré por lo que tengo más reciente: la jodida noche de ayer. Si bien es (otra) confirmación de hechos ya sabidos, no está de más hurgar en la herida. Lo único malo es que ayer estaba mucho mas furioso y las frases y las imagenes salian con mas claridad: ahora, cansado ( de lugares, cosas y sobretodo, personas)todo puede quedar mas ordenado, como un buen chico que guarda los pares de calcetines en su inmaculada habitacion. Que les den por culo a todos, sí, esa seria una buena manera de empezar un post ( decir tantos tacos en el fondo no me gusta mucho: todas las novelas que adoro, estan limpias de lenguaje soez, pero bueno...). Deja de adornarte gilipollas. No estas aqui para cambiar nada, no le hablas a nadie ( nadie te escucha), no es ninguna pose: sencillamente solo puedo hablar conmigo mismo, a mi reflejo escondido y fuera de forma, ponerme a prueba, examinarme y clavarme todos los puñales de mi infancia y mis frustraciones semiadultas. El otro dia me acorde de un dia que vi en un bar a un tipo realmente desesperado que saludaba a todos los desconocidos con un "Hola, compi". Hasta entonces yo pensaba que las miserias y las vidas de mierda eran solo pasatiempos juveniles, una especie de manera de pasar el rato y pedir un poquito de atencion. Pero ese cabron me enseño sin saberlo ( en el fondo las cosas buenas de verdad, las que realmente merecen la pena, se enseñan sin querer) la de dias de mierda que me esperaban en el futuro. Si bien es verdad que nunca he dicho "compi" a nadie ( desconocidos o conocidos) tampoco he hecho nada por decirles otra cosa y, ultimamente, me asalta la inquietud de que soy una persona invisible, que no es tomada en serio y la verdad, es un sentimiento de mierda, pero bueno, sorprendentemente, nada me sorprende ya, asi que podria decir que es una muesca mas en mi revolver. Volvamos al tema, ayer, ayer por la noche: rincon de vampiros, y yo con una coleta y una camiseta de superman. Aquello pasó de ser una mezcla entre gente Loewe y familias que llevan a bailar a la abuela o a la hija que va la disco con la vigilancia de su madre y su tia ( la soltera) a ser un sucedaneo de una de esas discotecas malas que salen por la tele. Descripcion frivola hasta el momento. Y es que se me hace raro ponerme trascendental cuando la unica tia con la que hable me dijo: vaya superman, que ni siquiera me has secado el banco. En ese momento sufri el sindrome del jugador de ajedrez, es decir, pense lo que le iba a decir, su respuesta y mi retirada en medio segundo. "Puedo recompensarte de otra manera?" "No, dejalo, cierra la puta boca" Resultado: cara de gilipollas. A mi la que me gustaba era otra, morena de pelo corto ( si, lo se, lo se) a la que queria decirle que conquistaria el mundo por ella, conseguiria la luna y todas las estrellas que me pidiera: sere lo que me pidas. Rollo el diario de Noa. Pasadas tres horas sin hacer nada, activé el modo John Huston y me entraron ganas de pelearme con alguien. "Eh gilipollas, ¿es que no me has visto?" "¿Quieres salir a la calle para que lo discutamos como hombres?". Si no peleas de vez en cuando se te hace pus en el estomago y todo eso. Este verano estoy descubriendome como una persona de valores un tanto arcaicos. O como un incoherente de tres pares de cojones. Sigo dandole muchas vueltas a eso de cumplir 27 y todo lo que eso implica ( el pacto con el diablo, las venas desatadas y demas) y convivo con el miedo con una naturalidad que me asusta mas que el propio terror. Lo normal seria que huyera de ese lugar, que encerrara mis fobias en el rincon mas oculto de mi mente e intentara vivir como alguien mas o menos normal. Pero en lugar de eso, me imagino en las mas diferentes situaciones, siendo John Keating y subiendome en la mesa de clase abriendo mentes como mejor testamento posible, abandonandolo todo y encerrarme en casa dejandome crecer la barba y pasear todo el dia en bata, rodeado de mis dos perros. O coger un tren y viajar lejos, o conocerte a ti y pensar que toda mi vida anterior solo ha sido una pesadilla. En el fondo solo quiero eso, ser salvado, me resisto a pensar que yo solo puedo salir del hoyo. Sigo cavando, cavando, cada vez mas profundo: no he ido al medico ( ni tengo planteado hacerlo) pero me parece que mi distimia ya se ha hecho toda una señora depresion. Sin luz. Yo la he apagado. Soy mi propio nemesis. Darme cuenta de que no soy querido. Esta bien, puede que sea una falsa sensacion, pero el daño es cierto. Muy cierto. Esas fotos de niñez, 5, 6, 7 años: los peores jodidos años de mi vida. El corazon esta cosido como se puede, pero aun sangra, muy poco a poco, eso si, pero dentro de mi ya hay un charco que nadie puede limpiar. Esta ahi todo ese dolor, esos silencios, esas ausencias, esas falsas amistades, esos saludos sin respuesta, esos amores frustados, esas pequeñas ilusiones abandonadas, no hubo nadie ( aparte de vosotros, ya sabeis quienes) que me apoyara, que se esforzara por hacer de mi mundo un lugar un poquito mas grande. Que va. No era listo, ni guapo ni gracioso ni tenia dinero. No tenia nada. Simplemente estaba en el rincon, desperdiciando el talento que años despues me di cuenta que tenia. Talento. Que pedante sueno. El "talento" no me ha servido para entender nada, lo unico que hace es aumentar mi desazon. Si joder, no dejo de conocer cosas que no puedo traducir en conocimiento, que hoy por hoy, es mi unica tabla de salvacion. Conocer, conocer, conocer, con la esperanza ( y a veces sin ella, como un simple tic) de que algun dia me sirva de algo. Como esos tios-cosmopolitan que hablan de entender a la mujer, de saber interpretar sus señales y mostrarles un ejemplar masculino que las impacte por su propia seguridad, porque las mujeres no hablan, las mujeres sienten. Acojonante. Lo digo claro: no entiendo a las tias ni me importa no entenderlas, es mas, me gusta que asi sea. No hay nada que me moleste mas que esta clase de tios que "piensan" como las tias en plan: me dan verguenza los tios, que simples somos y demas gilipolleces por el estilo, tu ya me entiendes ( si, seguro que si). Es el puto vicio de tenerlo todo atado y bien atado, de entender todo lo que pasa, de tenerlo todo bien controladito: lo que me gusta y lo que no, lo que mola y lo que no, lo que puedo criticar y lo que debo adorar, llevar la contraria porque si, pensando que se colabora al cambio mundial con un click en facebook. Oh mercy!. Me gusta el silencio, la desconexion y la creatividad de los desencuentros. No podria pasarme nada peor que conocer a una chica con mis mismos gustos. Eso me mataria. Las revoluciones ( y los revolucionarios) modernos son una puta mierda. No puedo sentir simpatia por un tipo gordo. Lo siento. Para mi los revolucionarios siempre seran tipos fuertes que luchan y trabajan con sus propias manos y si, y todos los estereotipos que se te ocurran. En este bloque he sacado a relucir el predicador que hay en mi. Fuck. A veces tengo la impresion de ser un tipo blandito que se mira demasiado el ombligo, pero, yo soy mi propio juguete: todas las guerras tienen lugar en mi cuerpo, cuando intento luchar contra mis deseos y fracaso y luego me arrepiento y luego lo vuelvo a intentar y otra vez a empezar. Si, no me da miedo reconocerlo: vivo al limite, pero no al limite externo, no hago nada raro, sino al limite de mi propia paciencia, al filo de mis intenciones y mis ilusiones, en un castillo de naipes en eterno temblor. Puede que esa infancia mal vivida sea el origen del espiritu salvaje que noto ( y cada vez con mas intensidad) dentro de mi. Cuando estoy lavandome los dientes lo veo ahi, asomado a mis ojos, mirandome sin dejar escapar ni un centimetro. Nada queda lejos del alcance de mi propia maldad. En un arrebato onanista-intelectual he de decir que el balance de libros leidos en lo que llevo de verano no esta nada mal ( 10 libros). De seguir con este ritmo, no me importara una mierda que se lleven mi alma cuando llegue el momento. Todas las manos tendidas, las cortare, todo el daño producido lo devolvere, todo el amor pendiente, lo pagare. Eso es lo que pienso cuando me meto en la cama, cuando rezo por ti, cuando mi alma va pesando un poco menos y todo parece mas facil. He perdido perdon muchas veces, he pedido ayuda otras tantas, he visualizado un futuro feliz con mujer, perro y una educacion tradicional. Luego me levanto y solo quiero conocer a una pelirroja que haga fotos como Diane Arbus. Este verano estoy intentando definir mi identidad, desde los cimientos, empezar de cero, pero soy incapaz de obtener algun resultado, siempre vuelvo al principio, al autobus que llegaba tarde, a las clases de musica que odiaba, al profesor de plastica llamandome burro, a ese curso de karate con vaqueros gastados y sin kimono. Si, siempre vuelvo a todo eso. A toda esa mierda. A todos vosotros. Extraños. Extranjeros. Ladrones. Y despues de todo, no renuncio, porque, de verdad, no puedo hacerlo, a dejar de lado esta manera tranquila de destruirme, encontrarte y despertar por la mañana con un buen desayuno, engordando quiza dentro de 5 o 10 años contigo, sintiendome satisfecho por algo que he creido construir. Bah, capricho burgues. Nunca llegare tan lejos. Resumiendo: que me molesta la gente normal, me encantan las chicas dificiles de entender y, aunque estoy hecho una mierda la mayor parte de mi tiempo, no soy un mal tipo. P.D.: Hace tiempo, jugando a ser mi propio psicoanalista ( recuerdo la cara de asombro del quiosquero cuando con 12 años me compre una introduccion al psicoanalisis de Freud o la mia propia al descubrir que tenia todos los traumas de su libro sobre traumas sexuales) me inventé ( y diagnostiqué) el sindrome de Cindy Sherman, que consiste en definirte mediante la no-definicion. Yo soy en la medida en que no soy yo, sino otros. No hay una personalidad fija, sino una linea que puede encontrarse a traves de varias personalidades diferentes. Yo soy porque elijo no ser. No es facil y quiza por eso me gusta tanto.

viernes, 6 de julio de 2012

Miedo a morir

Siempre he sido de la opinion de que cuando se te ocurre una idea, mejor escribirla que confiarte y dejarla para el dia siguiente: seguramente no te salga igual ( de bien o de mal) como cuando la tenias recien pensada. Bajo esa premisa aqui me tienes, a las doce y veinte de la noche, tarde, muy tarde para mi, escribiendo sobre mis miedos, o, especialmente sobre uno en particular. Hace una semana mas o menos que cumpli ventiseis años. Fue un dia horrible. No queria estar pendiente de quien me felicitaba y quien no, pero al final acabe revisando el telefono cada cinco minutos. Solo recibi un mensaje de la nueva tarifa de Vodafone. Y un mensaje de Isa, mi compañera durante unas semanas en el departamento. Que bien me llevaba con ella. Pero en mi cumpleaños, ninguna muestra de afecto me resultaba suficiente, quiza porque espere respuesta de las personas equivocadas, o que se yo. El caso es que llevo ya unas semanas aqui en casa, naufragando en mi recien reencontrada soledad, sin que nadie me eche de menos ( esa es la sensacion que me da) y sintiendome mas cercano a esa edad rockera maldita: los 27. Es horrible que yo, que me considero mas o menos inteligente, caiga preso de ese tipo de obsesiones, pero ¿ acaso no son mis obsesiones las que mejor definen quien soy?. Llevo una barba fea, propia de un Kurt Cobain barato, y no dejo de darle vueltas a mi propia existencia. Mi mente es el campo de batalla de mis deseos más elevados: centrarme en MacCormick y en el budismo, limpiar mi mente, hacer deporte y mis fallos mas vergonzosos: dejar morir las horas naufragando por un chat, suplicando algun sucedaneo de contacto humano: alguien que me diga que tal?, ser demasiado dependiente de las personas y todo eso. Es una autentica mierda. El otro dia soñe con Adriana, recuerdo la escena perfectamente: estabamos sentados en la mesa de un bar, más o menos como en la peli de "antes del atardecer" ella con su peluca rosa, y yo le decia: es sorprendente que hayamos mantenido la amistad basandonos solo en un dia, y aqui estamos, dos años despues. Mientras corria ayer le daba vueltas a este asunto. Me da la impresion de que Adriana no me echaria de menos, y es que tengo la incomoda sensacion ( como una capa viscosa que me embadurna todo el cuerpo) de que nadie lo haria. No he vuelto a hablar con Gemma desde la ultima vez, hace ya mas de un mes. Rachel, la (finalmente descubierta por su actitud final como) estupida Rachel ha vuelto a su pais al igual con sus amigas y no volveré a saber nada de ella. Laura respondio a mi pregunta diciendome que a lo mejor podriamos vernos este viernes ( es decir, mañana), pero aun no he recibido ningun mensaje. A decir verdad, no espero grandes cosas. Digo los nombres porque necesito acusar, necesito expulsar este miedo y este odio imbecil que siento por mi mismo. No odio a nadie, pero tampoco quiero odiarme a mi mismo. No es justo. Teniendo en cuenta que no puedo contar con ninguna persona para proporcionarme ocio, mi principal entretenimiento es estar pendiente de mi propio estado de animo, con lo que eso significa: cuando estaba pendiente de los trabajos de la universidad, no tenia demasiado tiempo para permitirme ese capricho pero ahora... He borrado a Joanna ( con la que ya no tenía de que hablar), a su amiga Monika ( que solo hablaba conmigo por interes), a Carina ( que se descubrio como una chica bastante rencorosa) y a Ines. No se han dado cuenta de que lo he hecho, lo que confirma mi teoria de la innvisibilidad. Mis padres me sugieren que seria bueno que me afeitara, pero hoy, al verme en el espejo con mi pelo sudado ( acababa de terminar mi sesion esta semana inaugurada de ejercicio matutino) mi barba y escuchando el ragged glory de Neil Young ( especialmente Fuckin' Up) me he dicho para mis adentros que y una mierda me voy a afeitar. La verdad, este verano tiene pinta de ser una autentica mierda, solo me queda el consuelo de ir a mi Fnac alguna tarde, o alguna mañana y coincidir con una cajera rubia bastante guapa aunque, lo se ( y eso no me atormenta) que no hay posibilidades. Hay otra que tambien ronda por alli, morena, pero es demasiado guapa. Nunca pense que diria eso algun dia, pero si, es demasiado guapa. Tengo ganas de ver a Noelia mientras paso la barra de pan por la cinta, aunque como siempre, seguramente me quede callado o diga alguna tonteria. Mi oportunidad con ella, debo saberlo ( y de hecho lo se) paso cuando me largue por patas en aquella cita. Como siempre, deberia haber escrito cosas mas interesantes ( la idea que me ronda por la cabeza: Astronauta...) pero se me olvidan, se pierden entre mis deseos insatisfechos y mis frustraciones intimas. En medio de esta cotidianeidad, en este sol sonriente de alicante, entre las siestas de mis dos perros, el agradable silencio, escurriendose por el placer de caminar descalzo por casa ( y acabar a pesar de mamá con los pies negros) empieza a tomar forma el miedo: el panico mas absoluto. Ese que no se ve, pero que me esta volviendo ciego, ese que no se oye, pero que me grita cada vez mas alto.

domingo, 3 de junio de 2012

Nostalgia / Ultra

Hoy estoy de buen humor. La verdad, después de haber empezado el lunes con mal pie, la semana fue mejorando hasta encontrar lo más parecido a la felicidad de lo que soy capaz. Ayer me sentí genial, no sé si por la inyección consumista de la semana o que. Fui a mi Fnac, mi segunda casa ( bueno, la segunda es la Universidad, aunque tampoco tengo claros los criterios a la hora de definir que entiendo por "segunda casa") y compré un par de libros, El mar, el mar, de Iris Murdoch y Bajo el Volcán de Malcolm Lowry, un par de discos, 1984 de Van Halen y Truth de Jeff Beck y la primera temporada de Hijos de la Anarquia. ( Me siento terriblemente mal diciendo qué he comprado, me parece un detalle pedante, pero por otra parte, me apetece dar muestras de normalidad. Cuando dejo de comportarme como un genio atormentado, sólo soy un chaval de 25 años que adora las camisas de cuadros - no sé muy bien que aporta esto a la descripcion, pero me apetecia decirlo.) Siempre me queda la sensación de que podría haber hecho algo más, haber leido más o haber escrito algún poema ( al final anulé la reserva de la sala el día de antes) pero, en el fondo, este fin de semana no ha estado mal. He hecho mi primera chapuza en casa ( arreglar con yeso una grieta en el techo del porche del jardín) y en general he estado tranquilo, pensando en que la próxima semana será mejor que esta. Después del atracón zen que sufrí hace unos días, he conseguido destilar alguna lección duradera: las pequeñas cosas son las que importan. El viernes por la mañana, hablé contigo, es cierto que un par de lineas sin importancia, pero me sentí feliz, muy feliz. Tus aficiones me parecen muy bonitas, y en general la impresión que tengo de ti no puede ser mejor. Soy consciente de que estoy idealizando otra vez, pero me apetece un montón ir conociendo poco a poco más tus cosas. No aspiro a grandes metas, ser amigos estaría bastante bien ( bueno, esta es la meta más grande de todas: conseguir ser buenos amigos). La verdad es que a cada dia que pasa, voy desechando los grandes planes, especialmente en la parcelita personal. Quiero tener mi pequeño circulo de amistades con los que ir a tomar un café ( un té), reír y ayudarnos cuando nos necesitemos. Supongo que es una idea un tanto naíf, pero, no siento que tenga que rendir cuentas ante nadie, así que...viva lo naif joder. He hecho grandes progresos en eso que llaman "conocerse a sí mismo": me volvería adicto a cualquier producto. A lo que sea. Legal o ilegal. Ahora me ha dado por tomar Red Bull o sucedaneos ( principalmente Burn) y no sé si me gustan o si me hacen efecto, creo que es más placebo que otra cosa - pienso cuando tiro la lata vacia a la basura-. Filosofito enganchado a las bebidas energeticas, la musica y las idealizaciones. Leyendo en los descansos de Teoría de Fuentes del Derecho la biografía de Motley Crue. El viernes se me ocurrió como definir esta tendencia mia: En mi afán por no querer ser previsible, estoy perdiendo coherencia. Y es que aunque me gustan cada vez mas los pequeños detalles...hay tantas cosas que ver, que sentir, que ser...quiero ser el quarterback y el capitán del equipo de ajedrez, el rockero decadente y el espiritual elevado. Quiero serlo todo: por lo tanto, no soy nada de eso, sino simplemente lo que decia, un chico sencillo que no puede evitar soñar. Pero no me gusta soñar solo, siempre tiendo a poner a alguien conmigo, en mis idealizaciones, como si asi las pudiera compartir, como si la felicidad que siento cuando recuerdo por la mañana algun sueño especialmente evocador pudiera enviarselo a alguien por correo. Ojalá pudiera hacer eso. Pero no, no hay manera: por lo menos de momento. Esas pequeñas conversaciones se convierten en lugares felices a los que volver cuando me sienta solo en algun momento: sé que las sombras siguen ahi, es como, por poner un ejemplo que se me acaba de ocurrir, estuviese corriendo en una campiña gigantesca perseguido por un temporal horrible, con rayos, truenos y mucha lluvia. Si me caigo o si dejo de correr, la nube llega y me empapa hasta los huesos, tirito y me siento helado: nada me puede salvar de esa sensacion, pero como si de una dinamo se tratara, vuelvo a correr de nuevo, manteniendo a la nube a una distancia llevadera ( más o menos). Este verano quiero hacer algo duradero, aprender algo, pienso en un instrumento musical, en algo que me acompañe cuando me note un tanto raro. Quizá la guitarra. O puede que me compre un libro de recetas y me ponga a aprender mil platos diferentes. En fin, que me encuentro bien, no se por cuanto tiempo, pero, ahora, eso no es lo importante.

domingo, 27 de mayo de 2012

Petit Suisse

Hoy tengo uno de esos días en los que me apetece borrar a gente de facebook. Ayer ya tuve un arranque de serenidad y borré a tres, creo. Quizá sea una idea romántica, pero me gusta que me respondan cuando saludo. Fijate que cosas. Me sobra todo el mundo, o por lo menos, muchas personas: si no me apetecería tomarme un café ( un té) no tienen porque estar ahí. Esa es la excusa que usó Hannah conmigo: se pensaba que me gustaba. Pues no, no me gustaba, simplemente me caía bien, que es diferente, creo. Después de decirme que era un muy buen amigo, que si tal que si cual, pasó las siguientes tres semanas sin saludarme. Yo tampoco hice grandes esfuerzos por resultar simpático, pero pillé el asunto. Ahora, sabiendo que volverá a su país el viernes que viene, me parece una tonteria ponerme sensible y mandarle un mensaje de despedida. A la mierda. A la mierda ella y sus amigas. Tú te portaste bien, pero también me cansé de ti, prefiero estar solo, y no ser objeto de comentarios. Eso me repatea. Por otra parte, me estoy cansando de ti tambien, y sobretodo de tu postureo exagerado, de tu afán de fama y de tus ganas de resultar guay a cada palabra que dices. Puede que no te conozca lo suficiente como para decir esto de tí ( ni lo suficiente ni menos que eso: no te conozco absolutamente nada), pero no creo exagerar si digo que te he mitificado demasiado. Posiblemente esta semana te borre tambien. No creo que te eche mucho de menos. Estoy cambiando. Paso de estar triste, no me apetece: es más productivo enfadarse, encararse con las cosas que vienen mal dadas, y es que aunque no lo parezca, aunque sigo encontrándome solo en ocasiones ( como por ejemplo ahora) voy notandome cada vez más cerca de una cierta paz interior. Llámame raro, pero por fin, me estoy dejando de idealizaciones y de historias raras: me apetece vivir fácil, de manera sencilla. Soy feliz leyendo libros, me encuentro más cómodo entre textos e ideas que entre personas ¿y qué? Eso no me hace especial, pero el camino hacia la aceptación es largo y a veces parece acabar en el mismo lugar en el que empezó. No soy un "escritor sucio". No necesito hacerme publicidad con esas mierdas underground. Simplemente me gusta escribir de vez en cuando, y cuantas menos personas lo sepan, mejor. Incluso he cambiado ( o estoy cambiando) respecto a las rubias: no digo que no me gusten, pero ese componente idealizador está desapareciendo: me parece que abusé demasiado de mis propias manias. Pero bueno, si la caida es para aprender algo, bienvenida sea. He vuelto a mi amor por lo oriental, quizá haya sido eso lo que me esta ayudando a calmarme, o quizá sea que estoy madurando ( bueno, eso es una labor que nunca se termina). En fin, que me canso de escribir aquí, sobretodo cuando no pretendo ser leído. Tengo cosas más importantes que hacer, otra idea del mundo, que no puedo desarrollar en este foro. Bueno, dicho así parece que voy a abandonar el blog, pero no, no es eso. Es que me apetece ampliar el campo de batalla, imaginar que puedo hacer mil cosas más: eso forma parte de un plan maestro ( que se me acaba de ocurrir) de limpiar mi interior: extirpar todas aquellas cosas que puedan devolverme a algún momento anterior que haya podido hacerme pasarlo mal. Por lo general me considero una persona muy tranquila, poco dada a las alteraciones exageradas, pero tengo etapas en las que directamente hago tabula rasa y empiezo de nuevo. Así, sin pensar. Y la verdad es que cuando siento la necesidad de hacer eso es que un cambio se avecina. No lo dejaré pasar mucho tiempo, posiblemente mi cuenta de conocidos en facebook se reduzca drasticamente en los próximos dos o tres dias. Puedo anticipar que no echaré de menos a nadie. La realidad es bien diferente de mis ansias idealizadoras. No me apetece escribir más, así que lo mejor es que lo deje, de momento, justo aqui.

lunes, 7 de mayo de 2012

Kickstart my heart

Lo he hecho. He pedido una reserva para una sala de la universidad. Quiero hacer un recital. Todavía no tengo nada escrito, pero los últimos acontecimientos me han dado motivacion suficiente como para hacer un buen trabajo. Sí, no puedo evitar querer expulsar mis demonios interiores de la única manera que conozco. Ayer lloré, aunque es verdad que solamente un poquito: las lágrimas, apenas llegaron a salir de mis parpados. Fue escuchando música. El primer corte de la banda sonora de Shame. Bueno, no es la mejor canción de la historia, pero si es cierto que me siento identificado con esa soledad que expresa el protagonista. Aunque yo no soy tan atractivo como él, lo reconozco. He vuelto a cometer uno de mis errores favoritos: enviar una solicitud de amistad a una persona que borré de mi facebook. Se trata de Gemma, mi primer amor platónico, allá en los años de colegio. Ves? Lo acabo de hacer a sabiendas de que es una gilipollez: es cierto que me aceptó, sí, pero nunca me dijo "hola". Es más, yo no dejé de enviarle invitaciones para recitales o para otras movidas, así, en plan muy sensible. La verdad es que cada vez me gusta menos ser un hombro en el que llorar. No, joder, yo también tengo mis problemas y no los voy contando por ahí. Ven conmigo y tomémonos algo, pero dejate tus alforjas en casa. Esto es lo que pasa cuando no estoy lo suficientemente triste: que escribo mal ( más todavía). No sé que contar...hoy no me apetece volver a las rubias, más teniendo en cuenta que no me hacen ni caso, he perdido la cuenta de las veces que han pasado de mi, pero no voy a dramatizar. Hoy por lo menos no. Quiero dejarme el pelo más largo, como si eso me garantizara ser joven eternamente, desoyendo mis planes autodestructivos y todas esas historias. En fin, que a veces, me empeño en no darme la razón y hacer cosas, como si mi única alternativa fuera no parar de caminar, siempre adelante, siempre en movimiento. Para, isidorín. También aquí mientes, puede que tengas un concepto demasiado elevado de ti mismo, o puede que quieras pasar a la posteridad como alguien distinto a quien eres, pero, yo te puedo decir ( que te conozco y lo sabes) que exageras un poco las cosas. Narrado en directo: nuevamente hablo por facebook con una chica que no me contesta: Nora. También rubia y jodidamente ( sí, es mi medida para expresar estas cosas) inteligente. Es la tercera vez que intento obtener respuesta. En mis primeros intentos ( tanto aquí como en otras ocasiones) suelo decir "hola!" u "hola! que tal?" invariablemente, siendo impermeable a sus evasivas ( bueno, siendo exactos, una evasiva seria algo como: perdona, tengo cosas que hacer o me voy, que llego tarde a X, pero ni siquiera me contestan asi que el termino científico seria algo así como "vacio"). El caso es que después de no obtener respuesta a la tercera, la cuarta o la quinta vez, acabo saludando con un "hola?", que precede a la reflexión siguiente: debería borrar a esta persona de facebook?. La decision suele alargarse un par de dias, quizá dando un ultimo intento a la persona ( tambien interpetable como la ultima vez que me arrastro) antes de borrarla. Esto nunca suele ser definitivo, porque suelo regresar a estas cosas, pidiendo "ser amigos" de nuevo. De todas formas, tampoco creas que este sistema tiene muchas salidas, sobretodo porque no conozco a mucha gente, y lo que es peor, no echo de menos a nadie. Y eso que intento recordar, alguna persona que me cayese bien años atras, algun amor platonico, pero nada. No encuentro a ninguna persona con la que me gustaria volver a hablar. Además, piensa en los inconvenientes: después de las iniciales ( y sabidas) preguntas de "que tal?" "como te va todo?" o "que es de tu vida?" ( tres hits sociales) no sabría que decir, la verdad. Por lo tanto, solo me queda una alternativa, dificil, terrible, pero que con la actitud adecuada podría estar bien: conocer a gente nueva. Lo malo es que mi carisma solo surge cuando hablo en publico ( preferentemente desconocido) y se queda allí cuando abandono la sala, por lo que en un vis a vis con una chica nueva, no se como enlazar una frase con otra. Me pasó el otro día en la Fnac. Allí estaba yo, en la cola, haciendo caso omiso al tipo de la otra fila que decia "pueden pasar por aqui tambien", calculando si el gozo que me iban a dar las cosas que compraba iba a ser mucho o poco, cuando entonces la cajera me dijo: sabes que tenemos una promocion en la que si devuelves una peli te damos 6 euros. El problema fue cuando levanté la mirada ( el suelo es una gran proteccion para una persona timida) y la ví: era rubia, llevaba gafas y era terriblemente guapa. Lo malo es que como no esperaba que nadie me dijera nada, solo pude balbucear un par de "ah, guay" antes de dar las gracias por mi cambio. Y ahí me tienes, pensando en como volver a verla, pensando en que pelicula me puede servir de excusa para poder cruzar un par de frases antes de que ella me diga "si, yo tambien he devuelto un par de peliculas de mi novio" o alguna de esas frases hirientes que usan las chicas guapas para romperme el corazon. Aunque, no se si me lo rompen de verdad, o solo me resulta un entretenimiento divertido para tener algo que contar. En ocasiones esta desidia mia me saca de mis casillas...

viernes, 4 de mayo de 2012

Wagneriana

Hoy ha sido un dia especialmente malo. Detras de la puerta escuchaba las voces de las personas que caminaban por el pasillo: reían, hablaban afablemente, se preguntaban que tal les iba todo. Mientras ellos hacian eso, yo temblaba, un temblor no espasmodico ni automático, sino provocado por mi mismo, por mi miedo a no se bien qué. Bueno sí que lo sé. La gente. La maldita gente. Maldito yo. Ni siquiera me sale la voz suficiente para decir un simple "hola". Debo parecer un imbécil. Hace tiempo, durante muchos años, pensaba que lo unico que necesitaba para curarme de esto que me pasa era una novia, una chica que me dijera "te quiero" y cosas así, pero me doy cuenta de que las cosas no me resultan tan faciles. Estoy absolutamente convencido ( nota del traductor: los estados "absolutos" del autor equivalen a "hoy") de que jamás amaré a nadie. Quizá sea falta de compromiso con todo lo que digo, las palabras pasan por mi mente sin dejar poso: nada de lo que digo es mio y eso me conduce a mi situacion actual, es decir, no tengo ni idea de como demonios soy, aunque, desgraciadamente empiezo a tener algunos indicios. De aquellas primeras conversaciones con Laura a mis actuales ratos con Rachel, pues sí, ha habido un cambio, pero sigo sin poder tener el control sobre mi mismo. Es algo bastante dificil de explicar ( aunque tampoco hago grandes esfuerzos) y sobretodo, bastante desagradable. Es como si no me pudiera quitar de encima el peso de mis derrotas ni mis frustraciones anteriores. Tampoco quiero recuperar ningun tiempo pasado, es más, ahora mismo me vuelven a entrar ganas de borrar a la mayoria de mis contactos en Facebook y perderme en algun libro ( aunque leo menos de lo que me gustaria, creo). Estoy encadenado a una tendencia autodestructiva. No, no puedo escapar, Es una fuerza bastante creativa, me mantiene en movimiento, pero no me sale gratis, es por eso que mi pequeña obsesion se empeña en recordarme de vez en cuando que no viviré muchos años. Me resulta incomodo escribir eso, e incluso, porque no decirlo, verguenza. Pero está ahi y quizá hablarlo me sirva de ayuda. Me tengo un miedo terrible, esta manera de caer es insufrible. Hoy, Neil me decia: El demonio está en los detalles. Así es. Es en las cosas pequeñas, aquellas que parecen no tener importancia las que se muestran como las más horribles. Una simple llamada no contestada, cualquier mensaje de cualquer persona, todos esos indicios, y especialmente esas frases que repaso una y otra vez, buscando el error, encontrandolo e intentando imaginar otro final, uno feliz, como los de las peliculas. El estereotipo se rompe. De tanto hablar de rubias les estoy cogiendo mania. Además, analizandolo friamente ( volviendo al final de las historias), no tengo motivos para adorarlas tanto. Me siento un desequilibrado hablando siempre de las mismas personas, en una especie de sufrimiento circular. Gema, Merce ( ella no era rubia), Inés, Adriana, Joanna y aquella americana de la discoteca, Shannon o Sharon, ya no me acuerdo bien de su nombre. Todas falsas esperanzas. Estupido, imbecil, gilipollas. No me dieron tantos motivos para quererlas tanto, y de hecho ya no las quiero, pero su espectro me persigue, esa frustracion juvenil, ese ver como todos iban a los cumpleaños y salian y ligaban y eran los reyes. No, no lo eran, y haberlos visto en la miseria, saber que me va infinitamente mejor no es suficiente y es entonces cuando me empeño en volver atras, porque no fui más simpático con Fatima? No le hacia ni caso y ahora la busco sin exito por Facebook: no tiene sentido. Es ridiculo. Que edípico me siento en estos momentos, como si cada paso que diera me condujera irremediablemente al desastre, al fracaso. No puedo evitarlo. Bueno, eso es lo que me dice mi obsesion, que no puedo, que estoy predestinado a morir joven, en el olvido, en la peor de las situaciones imaginables, apartado de todo aquella persona que alguna vez me quiso, totalmente ciego por mis caprichos, por mis cambios de humor, por todo eso que transita de una manera infinita por mis dedos, como un trueño, un relampago. El lunes intentaré, muy posiblemente, rebelarme de nuevo contra esta mierda: madrugar, hacer ejercicio, mirar mi vida desde un prisma mejor...para llegar al fin de semana como hoy, hecho una mierda. Siempre hay algo que funciona mal en mi. Una frustracion hambrienta, que avanza por mis entrañas, extendiendose por todas las pequeñas parcelas de mi vida, nada me contenta, nada me parece suficiente. Deseabas tener una chica que te quisiera, y la tienes, joder, la tienes ¿ es que no lo ves imbecil?. Soy incapaz. Ya empiezo a mitificarla, cuando aun puedo verla. Es asqueroso no saber corresponder al amor. Porque te recuerdo tanto? les digo a todos mis amores frustrados, porque demonios lo hago? Y los tics que estaban alejados, que eran mios intimamente, surgen ahora en todas partes: en mi mesa, en la calle, cuando explico a Hart o cuando busco algun disco en la Fnac. Cuidado con lo que deseas, dice una vocecilla en mi interior, puede cumplirse. No se la razon de mis caprichos, parecen dirigidos unicamente a hacermelo pasar mal, no es un capricho que puede crecer para convertirse en algo bonito ( me sigue resultando muy rara la expresion "bonito"), sino que simplemente creo una imagen que no puedo alcanzar, lo hago a sabiendas. Mi peor enemigo, mi reflejo. Empiezo a notar que hablo de lo mismo ( quiero decir, en este post, ya se que siempre hablo de las mismas cosas) así que lo mejor, a falta de nuevas ideas que puedan llegar ( cosa dificil), lo mejor es que lo deje aqui. Justo aqui, como si en una vida, en un sufrimiento, se pudieran encontrar referencias fijas. Ruinas.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Shine

Bueno, si por lo menos tuviera un dia de descanso...pero no. Querer ser tantas cosas a la vez, tiende a convertirse en una trampa de la que es dificil, si no imposible, escapar. No es que me sienta triste, no, pero tampoco consigo encontrar la felicidad, es más bien una especie de rareza, de lejania, como un pozo en el que alguna vez me caí, o quiza siempre he estado dentro, yo que se. Vale, lo reconozco, la imagen de un pozo no expresa lo que quiero decir, da una version distorsionada de mi mismo. Bah. como si eso me importara. A veces me dan ganas de escribir simplemente porque quiero ver el post puesto, ahi, con su cancioncita y su titulo, como si eso fuese suficiente para reconocerle valor. Mal asunto. Aunque si digo la verdad, las ideas que tengo al empezar, casi nunca llegan al final, se van diluyendo por el camino, y eso que queria decir o lo digo mal o lo digo a medias o se me olvida. Sí, esa es mi manera de vivir: mal, a medias y por olvidos. Es curioso que en una de mis pelis favoritas el tema principal sea el recuerdo, pero como seguro que alguien ( o eso me dice mi pequeño ego, que quiere que la gente pregunte por él) pregunta qué peli es y además, creo que ya hablé de eso en otra ocasion, pues paso a otra cosa. Ayer, a la una de la madrugada, mientras preparaba una clase, pensaba: nunca llegaré a amar a la gente en la que confio, y nunca confiaré en las personas que amo. Como eslogan suena bien, aunque mucho me temo que detrás de todo esto se esconde una gran gilipollez. Y todo eso por los silencios, por volver a esperar que alguien me diga "hola" y por perder la serenidad de una manera tan (estupidamente, todo hay que decirlo) rapida. En momentos así me soy caprichoso, mentiroso, inestable y aburrido. Una maravilla. La vida de Kerouac sigue estando ahi, como una opcion lejana, como un sueño que sigue siendo eso, un sueño, del que por tanto me despertare algun dia. Y los acentos en mis frases: recuerdo una frase de Adriana, mi querida Adriana ( no lo dije en el post anterior, pero ella fue una de las rubias que mas han removido mi "paz" interior) que me decia: si corriges los acentos, será genial. Lo siento, Adriana, sigo siendo un fan incondicional de mis propios errores, me cuesta mucho corregirlos, las faltas, las dependencias, la timidez. Sigo sin ser el chico ideal de nadie. Por lo menos, y es lo que mas me molesta ( o me hace gracia, o me hace llorar, depende el dia) es que no soy el chico ideal de mis chicas ideales. No hay correspondencia. Exagerar, o no acercarse siquiera a la realidad, yo que se. Se me estan yendo las ganas de escribir, pero aqui me tienes, tú, quien quiera que seas, escribiendo, escribiendo sin decir nada en realidad, simplemente llenando lineas como si eso me acercara a alguien o a algo, como si me sirviera para sentirme mejor. No. No vale para nada. Es absolutamente inutil, y en momentos así diría: se acabó el espectaculo, todos fuera de aqui. Pero aun tengo 15 minutos de descanso y los quiero aprovechar sintiendome el tipo menos afortunado de la historia. Yeah. Volveré al tema recurrente: las rubias y mis cosas con ellas. Me parece gracioso resultar tan previsible, si, es genial. Estereotipos. Ese soy yo. Y si una rubia me dirige la palabra mas de dos veces seguidas: allí me tienes, totalmente rendido, sin municion, sin posibilidad de escapar. Se confirma la noticia: cada vez escribo peor. No pasa nada por admitirlo, pero es así. Malisimo. Y poco original, porque ya me diras tu que eso de hablar sin decir nada...esta muy visto. Y es ahora cuando viene mi ego, esa nube negra y me dice: metete esa falsa modestia por el culo, te gusta ir de pasota por la vida, pero te mueres porque la gente te idolatre. Es una lucha dificil, porque esa voz jamas se va de mi cabeza ( hablando asi, parezco un esquizofrenico: voces en mi cabeza...dios, necesito dormir). La unica verdad es que me siento frustrado por escribir semejantes tonterias que no van a ninguna parte, desaprovechando mis energias en cuitas con mis amadas rubias y con mi analisis de mi nivel de tristeza ( hum...7'5, no esta mal...) en lugar de hacer algo definitivamente guay. Y asi soy yo, el eterno fracasado que intenta pelear, que intenta dar la cara, pero que no da la talla, que no ofrece resistencia. Siempre me imagino cayendo, en todos los sentidos: fracasando en el amor, fracasando en mi proyecto vital, engordando, dejandome devorar por mis miedos interiores. Caer, en toda su extension. De todos los destinos posibles, siempre vivo en el peor, imaginandome en el peor contexto posible, adaptando la frase, podria ser algo como : que la realidad no te arruine una buena obsesion. En fin, que le voy a hacer, he dejado de hablar contigo una sola noche y ya te hecho de menos. Ni siquiera se si me gustas o no: lo unico que se es que me me apetece muchisimo hablar de nuevo contigo, y vernos, y caminar, y hablar y mil cosas mas. ¿Lo ves? Soy un estupido. Y eso, sabiendolo, es terrible. P.D.: Amo, idolatro, venero a Laura Marling. Canta genial. Sus canciones son preciosas. Viste guay. Ah, si, y es rubia.

sábado, 28 de abril de 2012

I try to stay cool, I try to stay calm

Bueno, mi pequeña revolución ( como en el fondo pasa con todas en mayor o menor medida) fracasó estrepitosamente. Empecé bien, realmente bien el lunes, levantándome a las 6 de la mañana, haciendo ejercicio durante una hora y preparando un desayuno semi-inglés para después pasarme todo el dia trabajando a rabiar como un demonio. El viernes me desperté a las 8 y media. No es que sea ningún drama, pero lo digo para plasmar mi decadencia. En fin, cosas peores que ser perezoso hay en esta vida. Mi Isi-negativo sigue campando a sus anchas, creando conspiraciones en cada esquina, y, visto asi, es bastante simpático, como un pequeño duende irlandés que intenta darte la paliza de tu vida pero solo alcanza a hacerte cosquillas en los pies. Lo malo es que alguna de las patadas de este individuo llega a hacerme daño. Gracias a Dios, esta semana ha empezado con un nivel de estrés por las nubes: trabajo, trabajo y más trabajo. Joder, me encanta eso, aunque mi nivel de canas está creciendo a un nivel extremadamente rapido. Mamá, Pablo, Rachel y ( ayer mismo) Hannah, me dijeron "tienes una cana". Es fantástico: siempre me he sentido demasiado maduro para mi edad ( aunque esta expresion siempre me recuerda a una manzana que está a punto de caer, desesperada, de un arbol), asi que ahora ya tengo motivos para decir: ¿ves? deja a un hombre adulto quejarse en paz. Aunque no, no quiero quejarme, simplemente quiero cambiar las cosas. Bueno, digo simplemente, pero mi megalómano e irremediablemente insatisfecho yo interior quiere que sea un cambio complejo algo con confeti y trompetas y aplausos entre el publico enfervorecido. Yeah. Pero si pongo los pies en el suelo, el objetivo podría ser otro, igualmente complicado, pero quizá más a la mano ( por mucho que lea sobre él y por mucho que me parezca un tipo jodidamente estupendo, no puedo ser Napoleón): que la gente me eche de menos. Ofrecer la mejor version posible, para ser recordado por alguien. Esto es tan dificil como intentar escribir mi nombre en el agua, pero, coño, la vida son proyectos, y el fracaso potencial no debe servir de excusa para no intentarlos. Si encontara un saludable término medio sería genial, pero no hay manera, o soy un pupas o un cursi. Bueno, por lo menos me queda el consuelo de que conozco mis propios errores. ¿Más cosas? A ver, déjame pensar, tampoco me pasan demasiadas cosas emocionantes en mi vida...ah, por ejemplo, lo del recital: en fin, posiblemente no lo pueda hacer, aunque el otro día busque fotos de actrices clasicas rubias para preparar los carteles. Me divierte eso, preparar cosas pensando que pasaran ( aunque interiormente sepa que no dejan de ser eso, sueños). Y rubias. El otro dia quise examinar críticamente mi rubiafilia ( o rubiofilia, no se, ya buscaré alguna palabra en griego clasico y me inventaré una derivación, para darle un toque guay) buscando el origen de mi amor incondicional por todas ( o casi todas) ellas. Seguramente empezó con mi amor platónico universitario: Inés. Cuánto me gustaba, madre mia. A pesar de mi sonrojante metedura de pata dias antes de nuestra graduación, y que, lo sé, ya no es ( ni será) como antes ( quizá estoy idealizando en exceso ese "antes"), le sigo teniendo un cariño bastante especial, casi mitificado. Pero, si no recuerdo mal, cuando quería a Inés no lo hacia por su caracter de rubia de ojos azules, sino porque me gustaba, sin más. ¿Joanna? Posiblemente con ella empezó mi amor incondicional a las rubias: si conoces a Joanna, tienes que quererla: no hay alternativa. También rubia de ojos azules, la quiero un montón, pero a diferencia de otros amores de juventud, este es un amor sano, limpio. Joanna, fuiste, eres y serás genial. Pero aunque empezó alli, aún faltaba mucho para confirmarse. Me parece que la culpa, sí, la razón de mi rubiafilia es Phillip Marlowe. El detective de Chandler. Sí, él fue. Todas esas rubias fabulosas, femmes fatales, de cabellos rubios como el sol ojos azules, frias como el hielo y malas como el infierno ( he aqui una muestra de mi dominio de las metaforas: frio-hielo, rubio-sol, malo-infierno...eres la puta bomba). Sí. Esas rubias que seducian a los tipos duros. Desde entonces siempre he querido encotrarme con una de ese tipo. La mala noticia es que soy lo opuesto a lo que se entiende en todos los paises y en todas las epocas como un tipo duro: la voz se me aflauta y tiendo a sonreir estúpidamente. Luego me queda el consuelo de dar la respuesta que se merecen a todos esos malechores. Mi almohada está planteandose dejar mi habitacion. Así que después de todo, lo que pasa es que soy un Bogart frustrado ( lo que se suma a mi lista de ser un Bowie frustrado y un Fred Astaire frustrado. Estoy en tramite de ser un Feynman frustrado). Y todo esto me lo empecé a plantear ayer, cuando, esperando a Hannah en el mercado para ir a caminar por la playa ( el inicio de una tarde en la que vimos muchas cosas raras), vi, para mi asombro a una rubia fea. Adiós escala de valores. Adiós dignidad. En momentos así, me siento un maldito frivolo. Fuck.

lunes, 23 de abril de 2012

Road Movies y espejos rotos

Hora de volver a mis rubias y a Bowie: a todas aquellas obsesiones que, de una manera u otra me han estado acompañando todos estos años. La revolución que siempre queda pendiente, esa forma de decir: mañana lo haré, o esto puede esperar más. Demonios, me declaro la guerra. Se la declaro a esa parte de mi que piensa que ya está, que no puedes dar más de sí, que tiene miedo de hablar, que se esconde en sus propias oscuridades, las alimenta, cuidandolas con celo excepcional, pensando que un destino tragico es el mejor destino que se puede tener. Buscando justificación en el fracaso, queriendo pasar desapercibido, ser distinto como una excusa para no hacer nada. Bueno, pues, he decidido, sin que eso signifique que ahora me vaya a volver un imbecil-panfletario-buenista, que voy a acabar con esa parte de mi que me esta matando. Por primera vez voy a plantarme cara. Se acabó eso de decir: bueno, este caracter mio es así, sin razon me hundo, sin razon me levanto. Joder. Si voy a palmarla que por lo menos sea intentandolo. Hoy precisamente me he levantado de buen humor. Temprano. Con ganas de hacer cosas. Me he montado mi propia excusa para no decaer. La idea de sistema. Pienso que cada cosa que hago es un ladrillo en mi propio edificio. La construccion de mi propia existencia. No deja de ser una cosa bastante cursi, pero no siento que deba darle explicaciones a nadie, es más, me siento cómodo no dandolas. Queria meter el espiritu de la poesia en mi trabajo, pero creo que ha sido al reves, el trabajo ha entrado en mis ansias literarias. Ahora lo veo todo mas ordenado, todo tiene sentido. Que se queden ellos ( sean quienes sean) con la fama y los aplausos. A mi me encanta el silencio, me encanta saber que casi nadie sabe que existen estas lineas. Sí, lo reconozco, hace una temporada me autopublicitaba en facebook como diciendo: escuchadme, soy guay. Perder el tiempo: esa es una de las maneras mas evidentes. Siempre he intentado motivarme yo solo, pero me viene de perlas escuchar mis propias palabras con otra voz: trabajo, trabajo, trabajo. Siento ( y no sera flor de un dia) que he vuelto. Estos meses atras han sido como un "rookie wall". ¿Habre dado todo lo que tenia que dar? ¿Es este mi limite? ¿Porque no me muero de una maldita vez? En fin, cosas como esas y como otras, el caso era pensar y pensar, no fuera a ser que me volviera alguien normal. No, no es que ahora acepte ser normal. Me seria muy dificl acostumbrarme a eso, simplemente voy a usar la normalidad. No imaginarias las cosas que soy capaz de hacer, precisamente yo, a quien nunca imaginarias capaz de nada, ese tipo soso, aburrido, que parece incapaz de romper un plato. No soy tonto. Pasar desapercibido es genial, mientras se hagan cosas por detras. He tardado bastantes años en comprender que lo uno y lo otro no son lo mismo. Espero construir un espacio acogedor aqui, en mi pequeña rebelion. Intentar el milagro cada dia. Darme cuenta de lo que pasa. Escribir, vivir, pero hacerlo conscientemente. Enfadarme ¿por qué no? Y quejarme, sobretodo eso, quejarme, revolverme en mi cama pensando que podria hacerlo mejor, o que podria hacer mas. Si, eso es. Pasito a pasito eso si, no vaya a ser que se me indigeste la ambicion. Pero hoy no puedo contenerme las ganas. Es como si volviera a ser el chaval que antes de empezar la carrera se queria comer el mundo: tantas cosas por hacer, tantas cosas por demostrar. Tanto que afirmar. Todo este tiempo no he visto justo lo que tenia delante. Donde tengas la mano, estará debajo. Algo asi. Algo así. Este post me ha quedado un tanto diferente de los anteriores, no tan doloroso, y quiza no tan bueno ( estilisticamente hablando), pero que coño, ya los hare mejores. No será por talento ni por ganas. Hablo como un gilipollas engreido. Creo que es cosa del bigote.

jueves, 19 de abril de 2012

Los retornos

Nunca debí haberme alejado tanto de mi mismo, pero tenía ganas de saber qué se sentía siendo "normal". Bueno, ya lo sé y también sé que me es imposible seguir un hilo argumental cuando escribo: estos dias vuelve el odio hacia un montón de personas. En comparación con mi estado actual, todas mis lagrimas pasadas parecen solo un entrenamiento. Dramatico. Dramatico de mierda, Edipo sin gracia, callejón sin salida. Mi entretenimiento favorito es tirar piedras sobre mi propio tejado: eso lo hago como nadie. En fin, nunca me ha gustado estar solo, pero sé como sobrevivir, como sublimar toda esa frustración. Me noto dominado por una obsesión: a nadie le gusto, a nadie parezco satisfacer, mi inteligencia disminuye dia a dia y estoy fuera de forma. Lo gracioso es que no estoy dominado por esa locura: sé que no me baso en nada cierto, que exagero, que las cosas no están tan mal. Sin embargo, a pesar de eso: joder, no puedo evitarlo. Y cada dia una gotita más cae en mi cabeza, imperceptible, invisible: ni lo noto ni me lo notarías jamás, pero ahi está, erosionando, castigandome en silencio. Intento rehacer el camino, o mejor dicho, ir marcha atras, volver al pasado, pero, ni siquiera sé a quién buscar. Estoy cansado ( eso sigue inalterable) de ser el buen-chico-con-quien-puedes-contar. Verdaderamente harto. Lo que pasa es que no tengo herramientas para cambiar eso: llamalo herramientas, llamalo estado de ánimo decadente. Mis temores empiezan a hacerse realidad: cuando me miro al espejo por las mañanas, solo veo a una persona mediocre, a una persona que se borrará en el tiempo como todas las demás, con su pequeña historia que a nadie le importa...tan diferente a todos esos sueños de grandeza que tenía hace no tanto tiempo. Mi cuerpo desnudo, flacido, lejos de cualquier atractivo me grita: no hay nada más. La locura no tiene nada de romantico, ni de bonito, ni de creativo. La locura es una mierda. Es una mierda obsesionarse con la idea de que moriré joven, es una mierda vivir pensando que los demás ( los demás, los demás) me odian, es una mierda pensar que no encontraré a mi rubia ideal, es una mierda despertarse por las mañanas triste, sin ningún motivo. Es una mierda despertarse por las mañanas triste, teniendo motivos. Cuando funcionas mal. Pasar de a pensarlo todo, hacerlo todo racional. Amplias posibilidades, ventanas abiertas de par en par, es horrible. La alternativa es rebelarme: pero de verdad, caer en un gran gesto egocentrico mientras dejo algo genial para las generaciones posteriores. No se si es normal pensar tanto sobre la muerte a mi edad. No tengo ninguna certeza sobre ningun tema. Qué divertido. Antes del dia 16 de mayo me he prometido hacer un recital: En soledad. Frente a mis propios miedos, luchando ( y perdiendo) contra mis fantasmas interiores. Haciendome cargo de otro proyecto imposible. Y es que hay cosas que, a pesar de todo, nunca cambian.

martes, 17 de enero de 2012

Tú.

Me jode reconocerlo, pero te echo de menos. Me había acostumbrado a ti, a tus palabras, a esa manera que tenías de hacerme sentir tan bien. Hace una semana que no tengo noticias tuyas y no recuerdo haber estado tan triste en mucho tiempo. Quizá me asusta esta manera de depender de ti: lo hablamos mucho, teníamos que simplificar, hacerlo todo más facil, no dejaríamos que nos pasara lo que le pasa a todo el mundo: eramos buenos amigos. Leo y releo tu ultimo mensaje, como si aun estuvieras ahi, tan cerca y a la vez tan lejos. Mierda. Cosas así me convencen de que aún soy demasiado sensible, demasiado debil como para soportar este silencio: te contaba mis problemas, pero sobre todo, te contaba mis sueños, mis ilusiones, compartia contigo la felicidad que a la vez tu me dabas con cada "hola". Ahora estos meses me parecen lejanos, recuerdos de piedra que se resquebrajan en cada intento por revivirlos. No eres real, intento convencerme, pero la verdad es que has sido lo mas autentico que me ha pasado en este tiempo: no puedo negar lo que sentia, la felicidad, la risa, la preocupacion por tus problemas, la alegria por tus buenas noticias: no, eso no era falso. No puedo negarte.

Pero hoy, y desde la ultima vez que sin saberlo hablaba contigo, me siento triste, inundado por oleadas de sombra, por espectros que me gritan al oido: estas solo. Si, lo estoy. Otra vez. Y aquella casualidad no se repetirá, ¿qué puedo decir? Supongo que te busco, supongo que te perdono. Como un tonto te sigo enviando mensajes, esperando ser respondido alguna vez, teniendo miedo de parecer un solitario obsesionado mas que de reflejar la realidad: un tipo normal que sencillamente estaba feliz. Sólo eso. Y la debilidad de tu falta me hace cometer errores, intentar reconstruirte en otra cara, en otro tiempo: pero no es lo mismo. Me da miedo no volver a saber nada de ti, dejar sin acabar esta historia: siempre te decia: me da miedo el dia en el que dejemos de hablarnos. Y tu me respondias que no, que eso era una tonteria, que seriamos grandes amigos durante mucho tiempo. Vivo en el miedo, en el pánico, que crece a cada dia que pasa sin saber nada de ti. Espero y espero, con la esperanza de que que vuelvas: dime que no es verdad, dime que volveras y que todo volvera a ser como siempre. Por favor. Por favor.

jueves, 12 de enero de 2012

Cafeinópata.

Es dificil mantener un blog vivo, aunque sea en estado vegetativo. Realmente dificil. De hecho hace cinco minutos se me ha ocurrido la idea de acabar con el mio, poniendo una breve nota de despedida: más o menos así: "Seguiré escribiendo, pero ya no por aquí. Gracias a todos los que me habeis dedicado un poco de vuestro tiempo." La idea era esa, y en el fondo mantengo más o menos el espíritu, ya que ultimamente tengo pocas ganas de escribir, pero lo facil sería dejarse llevar y callarse. Sin más. Leí en Maus una frase que me gustó, algo como: vivir es ganar, y morir, perder. En este sentido, estoy ganando, porque sigo vivo y en su extension escribiendo aqui y ahora. No he de negar que mi recital-interruptus ( y lo demás) me ha quitado las ganas de seguir jugando a ser poeta. Ya de hecho la propia palabra hace que me ruborice, empieza a ser un recuerdo lejano, de cuando era un crio, o sencillamente un adolescente ( alargando mucho el concepto, eso si). Y es que hoy estoy un tanto sensible, no triste ( o quizá un poco) pero de una manera distinta. De una manera tranquila, como si hubiera llegado a puerto, después de muchas marejadas y tormentas. Las horas se me pasan cada vez mas rapidas, aunque tu me sigues estando lejos. No pasa nada, te siento cerca, casi noto tu cabeza en mi hombro, justo como la piececita que me faltaba, de una manera natural. De hecho, tampoco voy a dejar de escribir, no, no. Ayer mismo escribí un cuento "Calaveritas". Pero, esas cosas ya no me definen, estoy en otro lugar. O quiza han sido ellas las que se han ido, quien sabe. Ya no me asustan las negativas, ahora me doy cuenta de que todos mis sufrimientos anteriores, han servido para algo: el mundo no era tan cruel. Estoy convencido de que sobreviviré a cualquier cosa. Estoy aquí.