viernes, 31 de agosto de 2012

Comatose but walking still

No se como explicarme: es una mezcla entre hastio por todo y todos e ilusion por la cosa mas pequeña, lo malo es que cuando estoy contento me siento un tanto infantil, como si fuese un crio pequeño que se rie por cualquier tonteria. Supongo que haber pasado el verano encerrado ( porque sentia que eso era lo que tenia que hacer, no lo digo en tono de queja) ha provocado un endurecimiento de mi fobia social. Cada vez me caen mal mas personas por los motivos mas peregrinos. En fin, no se bien que decir, sobretodo cuando no exteriorizo el cabreo o la decepcion anterior, hoy en la calle una de esas chicas-amables-pero-que-quieren-hacerte-firmar de Greenpeace ha dicho cuando pasaba "hola...adios". No sabia si me lo decia a mi. Caminaba muy rapido mirando al suelo, intentando, por una parte huir de una situacion social no prevista y por otra ( la parte comica) entrar en el corte ingles y estar fresquito. A veces pienso ( no se si por aburrimiento o por juego) que tengo alguna especie de sindrome cercano al autismo o alguna cosa asi. Si es verdad que quiza me recreo en el aspecto cinematografico y atractivo de estas cosas, pero no es menos verdad que mi comportamiento no se adapta a los canones normales. No me considero una persona normal ( aunque no se si eso es bueno, malo, horrible o fantastico) sino una que cada dia tiene mas manias ridiculas que puede controlar cada vez menos. Parece que diciendo todo esto estoy pintando un retrato demasiado negativo de mi mismo y, en fin, tampoco es para tanto, simplemente hay dias que llevo la soledad peor que otros y entonces, lo exagero todo hasta limites que pueden parecer demasiado tremendos. Tengo la incomoda sensacion ( como la mayoria de las veces en las que empiezo a escribir un post) que estoy forzando las frases, recurriendo al truco de hablar sobre escribir para ir llenando lineas y que asi parezca que estoy diciendo algo profundo. Vaya mierda. Lo dicho, mil versiones de mi mismo planean a cada segundo sobre mis movimientos y no consigo controlar ( o por lo menos captar) lo que significa mi propia vida. Me muevo a impulsos, como los salmones ( no se si ellos se mueven asi, pero la imagen subiendo contracorriente me parece bonita) y, como ellos, tambien llegare tarde o temprano a mi destino. Sin embargo, antes de eso, considero que tengo muchas cosas que hacer, y digo bien "hacer", porque cada dia que pasa esa es la unica esfera que me parece posible conseguir: los sentimientos quedan atras y atras, como si ya no me sirvieran por falta de uso. Cada vez mas me refugio en quehaceres solitarios, como pasatiempos y sustitutivos de palabras y quiza caricias ajenas. Estoy aprendiendo a no necesitar a nadie mas, a intentar sobrevivir con lo que tengo en mi interior. Desde pequeñito he tenido ese fallo, o esa forma de ser, asi que no me sera muy dificil. Los demas. El infierno son los demas decia Sartre, creo (aunque yo siempre he sido mas de Camus). Reconozco que he intentado, por unas semanas, rehabilitarme a mi mismo ( en fin, cada cosa que hago tiene ese fin) pensando que mi vida solo tenia sentido en relacion a los demas, y tal y cual, todo muy filosófico. Leia las Confesiones, de San Agustin y pensaba que podia llegar, pasito a pasito a una especie de paz espiritual. Pero eso es una mentira. Mi destino es estar en guerra permanente conmigo mismo, en matarme y salvarme tantas veces como haga falta. En traicionarme, en caer, en inventarme refugios para la lluvia de verguenza. Todo pasa dentro de mi: un barco a la deriva. No tengo destino. No existe. Quiza eso es lo que, aun sabiendolo, mas me cuesta aceptar. Todos queremos volver a casa, a un lugar en el que poder dejar que se curen las heridas, en el que poder gritar nuestro odio al mundo y llorar sin temor a ser juzgados. En ese lugar en el que podemos separar entre nosotros y todo lo demas. Mientras no exista ese hogar, no existe tal diferencia: todo mata, todo hiere, y las salvaciones son bromas sin gracia. Soy fruto de una prisa, de un exceso en la huida, del miedo del pasado y de fracaso que pudiera venir. Aun recuerdo mis cumpleaños en solitario. La cara aburrida del psicologo despachandome en cinco minutos y las veces que nunca les dije a las chicas que me gustaban que, eso, que me gustaban. Siempre termino haciendo referencia a mis traumas infantiles. Creo que deberia empezar a dejarlos atras. No me llevan a ninguna parte. Y no me hace bien recordarlos tan a menudo. Definiendo mi personalidad. Hoy estaba en mi Fnac, decidiendo que pelis me llevaba a casa para este fin de semana largo ( afortunadamente he acabado mi trabajo estival antes de lo que pensaba y puedo disfrutar de 4 grandes dias de diversion genial) cuando al tener en mis manos "Al final de la escapada" me he puesto a pensar en lo mal que me caen las personas modernas. En serio. Esa manera de llamar a las puertas de la fama me supera. Es como los nuevos revolucionarios. Los gordos. Los que no hacen mas que quejarse a traves de facebook o twitter. Sal de tu jodida habitacion y haz algo. Y cierra la puta boca, joder. Demasiados tacos. Casi lo consigo esta vez, pero no, he vuelto a fallar. El vocabulario, el vocabulario. Aunque quiza, ahora que lo pienso, es esa eterna obsesion por hacer algo, por ese eterno capricho prometéico de cambiar las cosas, de escribir a fuego nuestro nombre en la historia. No, joder (bah, de perdidos al rio) se puede tener una vida plena sin cambiar nada. La realidad es lo bastante compleja como para que puedas sentirte satisfecho simplemente con vivirla: no te empeñes en querer cambiar. Espera un momento...¿de verdad me creo esto que digo? Por supuesto que no. Por cierto, al final he comprado "Al final de la escapada". Siento que estoy en esa fase de la vida en la que no puedo hacer nuevos amigos, sino perder los (pocos) que ya tengo. Incluso ellos, en determinados momentos, me parecen insoportables. Creo que, realmente, tengo un problema con eso. Espero que septiembre, que no es el mes más cruel ( ese es Abril) me depare una buena racion de rutina para que pueda volver a ver a gente pasear por la calle y volver a imaginar que puede suceder el milagro sin necesidad de tenerlo previsto tres dias antes e incluso, que puedo llegar a sentirme plenamente satisfecho con mi vida y mi juventud. Aunque eso, sinceramente, me parece un objetivo demasiado dificil. Proximamente pondre fotos de las nubes grises que hoy tapaban el cielo de casa. ¿Señales?

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