jueves, 4 de agosto de 2016

J (cuatro)

El silencio me habla
A través de cafés
Frios
Y toallas
Mojadas,
También en el recuerdo
De tu piel
En mis brazos vacíos.

Desapareces,
Creando nuevos lugares

Eres una rebelión
Incondicional
Sometida a reglas
Desconocidas para mi,
Mucho más grandes
Que mi propia existencia aqui,
En este lugar que ya no se explica
Sin ti,
Tu eres el verbo,
La carne,
Y el recuerdo
La fe y la traición,
Eres el significado apócrifo de la creación
El tiempo deformado en el espejo,
Ya no me reconozco.

Mi alma pertenece a un telar que
Se cose
Y
Se descose
Continuamente

Y si, ofrezco versiones alternativas,
Construidas como explicaciones racionales,
Pero son plegarias,
Llantos perdidos
Entre las olas rotas
De ese mar
Que guarda nuestro primer beso.

El viento es extraño.

Olvídala.

Todo el mundo lo dice.

Olvídala.

No puedo hacerlo.

Las razones van más allá de la explicación
De este mundo,
Ya no vivo aqui
Entre vosotros,
No,
Te pertenezco,
De una manera
Que escapa a mi control
Quisiera ser frio
Distante
Hundirme en el abismo de otros
Recuerdos,
Del placer,
Pero no puedo
Me lo impides,
Me lo prohibes,
Eres el único lugar al que puedo ir.

No puedo hacerlo

Y tampoco quiero,
El futuro está condenado a compararse contigo,
Te he entregado
En contra de mi voluntad,
Mi presente y mi futuro
Mi pasado solo ha sido el camino
Que me ha llevado hasta ti.

Quiero explicarte,
Comprenderte

Eres el inicio de mis miedos más profundos,
De mis deseos y mis ilusiones
Sigues aqui,
Y tu propia existencia me define:
Tenía que conocerte para
Saber que significa
La libertad

Pero no estás.

Y mi habitación sigue a oscuras.

No se regresar a Itaca.


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