martes, 16 de abril de 2013

Funny fat

-Oye, a ti te he visto en una pelicula. Me ha repetido esa frase un par de veces, tan pronto como me ha visto aparecer por la puerta. Se me ha ocurrido un insulto cojonudo un minuto después, cuando ya se me había pasado el arroz. Y es que una cosa es creerme el tipo más guay del planeta y otra bien diferente es demostrarlo cuando un capullo se cruza en mi camino. Pero la proxima vez, cuando las cosas se pongan tiesas ya se lo que diré: "Faltan diez segundos para el momento más embarazoso de tu vida", así, a lo Ford Fairlane. Hoy no estaba mi camarera favorita, pero la otra también empieza a conocerme y eso me mola. Después de aquel día fatídico, hoy las cosas han vuelto a su cauce y ya me he hecho con las riendas de mi pequeño vicio. Mientras caminaba por el puerto, me ha dado por pensar en una historia similar que me pasó de pequeño: me regalaron unas zapatillas nike azul con curvas azul eléctrico que parecían de un extraterrestre. Me encantaban aquellas cabronas: al día siguiente de tenerlas, me fui a jugar a basket como un loco y, tras algunas cabriolas, saltos y escorzos cutres, empecé a notar como me ardian los talones. Y voilà, cuando me quité las zapatillas, mis talones estaban sangrando. Me costó varios dias más domar a aquella máquina, pero al final lo conseguí y ya nunca más me dolieron. Con esta historia de mierda solo quiero justificar (y justificarme) que seguiré yendo a este sitio que me mola tanto, porque desconecto de mis miedos y mis preocupaciones, porque me siento con estilo y porque me gustan las camareras y la música. Y con esto, dejo ya el tema para siempre, porque, la verdad, no nos engañemos, tampoco da para tanto. Después me he ido al paseo maritimo, justo por detrás del puerto, donde se ven los almacenes y la parte fea de los bares, allí donde se hace el botellón universitario de primavera. Me he fumado un par de cigarros poniendo cara de horizonte para hacerme el interesante, pero no ha pasado ninguna rubia que me pusiera nervioso. Ni ninguna morena. Mierda, todo esto me está quedando demasiado frivolo. Si cada vez que salgo de mis penas me quedo en esta tierra de nadie, no sé si merece la pena que deje de repetirme o de intentar reconstruir la misma historia una y otra vez. Estoy leyendo "Menos que cero" y aunque me está gustando bastante (de hecho puedo afirmar sin temblar que estoy enganchado) reconozco que me da un miedo de cojones, sobretodo con esa frase que el prota ve en la carretera que dice "Desaparezca aquí". Posiblemente éste sea el título del post de mañana, con lo que me comprometo a dos cosas: a escribirlo y a que sea mejor que este. Pero eso tampoco es muy dificil. Grrr!

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