miércoles, 17 de abril de 2013

Sun

No sé lo que me hace falta. Me lo pregunto mientras miro desde mi silla la estanteria llena de libros. Cada fila tiene el mismo número: 22,22,22,22,22,22 y en la de abajo, 14,14,14,14,14,14. En la última, esa que no puedo ver desde aquí, está el primero: 1,1,1,1,1,1. Las grapadoras rotas y después mi mesa, con demasiados papeles. Es una forma de aparentar que estoy ocupado, pero me paso el tiempo pensando qué hacer. Grandes sueños, pero ninguna esperanza. Lo mismo da. Estoy en esa fase, la fase en la que las pesadillas empiezan a hacerse realidad. Lo bueno es que cuando se cumplen, bueno, tampoco son tan terribles, aunque siguen molestando, a fin de cuentas esa es su misión principal. Me aburren cada vez más cosas, supongo que así es como empieza uno a suicidarse, no encontrando satisfacción en nada ni en nadie. Me imagino como irá creciendo mi cota de descontento desde el "no tengo amigos, que triste estoy", hasta el "no merece la pena seguir". Sí, cada vez estoy más convencido de que me suicidaré un dia de estos, no antes de los 27, pero tampoco mucho después. Últimamente siento que fracaso en todo lo que hago, que todo lo que toco se convierte en una mierda monumental, cuando de pequeño era un niño simpático, con muchas expectativas, y era tímido como ahora, pero tenía una sonrisa muy bonita y siempre iba bien peinado y no decía palabrotas y no sabía el significado de muchas palabras aunque empezara a leer desde muy temprano y no supiera que hay gente mala o gente que simplemente no tiene nada que decirte y que no te quiere y te hace daño queriendo o sin querer, pero eso no importa, porque lo que importa es que cuando me miro al espejo no hay nada que me guste, ni por dentro ni por fuera, y recurro a mis héroes de infancia o a algunos héroes nuevos, inventados, para tener otros modelos, para saber que a pesar de todo, las cosas pueden ser de otra manera pero nunca funciona, porque todo sigue siendo igual. Entro nuevamente en un chat, pero no hablo con nadie y lo desconecto a los dos minutos, pero me sirve para dar por perdida la batalla, para poner un nuevo dia de inicio en las fechas de recuperación. El último día no fue año nuevo, sino hoy. Nada. Solo ruido. Ruido que crece. Desearía que mis timpanos pudieran estallar, para no escuchar nada del mundo que me rodea, pero esto es la imagen patética y ridícula, estereotipada de un suicida de libro. Los suicidas de verdad no hablan de morir, simplemente se matan. Yo no soy de esos, simplemente me aburro y me doy placer de maneras diversas. Pocas cosas me importan, y las que me importaban están dejando de hacerlo, supongo que eso me convierte en una mala persona, por olvidar, por no tener en cuenta, por no comparar tu situación con la mia y por no pensar que los cumpleaños, el tuyo, pueden no ser siempre felices. Me acuerdo de Eva, según Facebook, hoy es su cumpleaños, pero no voy a felicitarla, porque no tengo nada que decirle y porque no quiero ser uno de esas personas que te felicitan sin sentirlo de verdad, de esas que no le dan valor a las palabras o quizá yo le doy demasiado y tendría que frivolizar y decirlas más a menudo, yo que sé. No sé como seguir una conversación después de los primeros cumplidos, no sé comunicarme de una manera sincera, lo que me hace pensar que posiblemente yo sea como todos los demás, no tan diferente, sólo lo mismo pero de otra manera, por lo general mal explicada y me pongo a seguir a todo el mundo en Twitter, sin ni siquiera mirar el nombre, simplemente pulsando la palabra "seguir" como si eso me hiciera sentirme mejor, cuando en realidad no me hace sentir nada y sólo me recuerda que estoy en la tercera planta de la sala de ordenadores de la universidad, escribiendo un poco porque no tengo otra cosa mejor que hacer y porque quiero olvidar la mañana de hoy que ha sido larga y tediosa y desagradable porque me han dicho que lo que escribí no vale que lo único que vale es el esquema, que eso si se puede salvar pero que lo demas es arbitrario y sin metodo y yo me rio y les doy la razon, porque la tienen y porque no tengo muchas mas alternativas y me dicen que me deje de hacer literatura y que me centre en mi tesis porque no explico las cosas bien y nuevamente sonrio sin decir nada aunque me molestan sus palabras, pero no como molestan las de una persona que te cae mal sino como aquellas que no te queda más remedio que aceptar, con una cierta resignación, y me dan animos en cierta manera y me preguntan antes de empezar por mi padre y yo les cuento que lo operaron la semana pasada y que esta saliendo de la fase crítica pero que aún queda mucho por delante y me doy cuenta de que uno de ellos tiene la voz un poco ronca y me imagino que tendrá un poco de gripe o un resfriado, pero se me olvida preguntar y empezamos con el repaso y yo tomo notas de todo y me voy convenciendo de que tengo que hacer las cosas mejor, de que a pesar de todo no soy un idiota, de que tengo que sacar lo que quiera que sea que tengo dentro de mí y sentirme un poco más feliz, porque me paso todo el dia allí y no tengo más refugio que un buen trabajo, lo que hace que mi vida, en realidad, sea algo bastante llano y simple, como el horizonte que me gusta ver por las tardes, cuando he terminado con mis cervezas y camino solo y entonces acabamos con el repaso, y resulta que tengo que rehacerlo todo, pero con método, porque he escrito al azar, sin criterio, entonces antes de volver a mi despacho me llama y me dice que entre a su oficina y entonces me dice no es algo fácil de decir, pero que me lo tiene que decir y yo me asusto y me dice que no me asuste y yo digo "vale" y me callo y sonrio y entonces el empieza a contarme que varias personas le han dicho que tengo un problema con mi olor corporal y la verdad, no lo entiendo porque yo me ducho todos los dias y me pongo desodorante y me cambio de ropa a diario y desconozco porque me dicen eso y le cuento que bueno, que cuando hace calor, en fin, lo llevo peor que otras personas y que en cierta manera me siento mal por aquellos que se han sentido molestos, pero es un consejo para el futuro, asi que no te lo tomes a mal pero solucionalo y entonces me empiezo a acordar de que eso era lo que me decían de pequeño para meterse conmigo, decian "aquí huele mal" sin referirse a mí, como si yo fuera un apestado, y entonces me sentía triste, porque no sabía qué habia hecho para que la gente me tratara así y todos los que lo decían eran los que jugaban de delanteros en los partidos de fútbol del recreo y los que no me elegían o me elegían de defensa o de portero, porque son los que menos tocan el balón y los que menos les molestan a la hora de hacer filigranas, resultó que con el tiempo, uno de esos niños estaba trabajando en una cafetería y me saludó con modestia, porque seguramente era un buen tipo, aunque de niño era horrible, más o menos como todos los niños y en fin, yo no tengo porque guardarle rencor a nadie, aunque a veces tengo ganas de odiar a algunas personas hasta el dia en el que se mueran ellas o me muera yo. Decido ir esta tarde a comprarme una buena colonia y un buen desodorante, porque ellos también huelen a su manera, pero a mí no me gusta discutir y esto se me pasará en un par de tardes, tampoco tengo que dramatizar en exceso, porque no se lo merecen ellos ni, por supuesto yo, aunque me cuesta pensar que yo no me merezco algo, porque siempre se puede mejorar y siempre se pueden aceptar las criticas constructivas y me distraigo mirando twitter o facebook, pero no hay ninguna novedad, por más que me empeñe en quererlas, en desearlas, en que pase algo diferente, pero hace tiempo que perdí el poder intrínseco en los deseos, y me falta comunicacion, pero eso ya lo sabia y fui yo quien le pedí cambiar, porque sé que me aislo y que no hablo y que la gente piensa que soy un bicho raro o quizá no lo piensa pero como no hablan conmigo no saben qué libros me gustan, qué música me gusta o qué películas me gustan y entonces la única referencia que tienen es el olor y después me lo dicen y yo me siento mal, aunque quiera convencerme de que no tengo que darle tanta importancia, pero lo cierto es que me da mucha verguenza, y no me ayuda nada a dejar de tenerle miedo a los demas. Pero a los demas no les importa que yo tenga miedo o lo pase mal porque como no me conocen, no estoy tan cerca de ellos y sólo soy un compañero, pero no puedo culparles de eso, no puedo echarle a nadie la culpa de ser débil, de tener miedo y de estar triste, aunque me gustaría hacerlo, porque eso me quitaría un poco de peso de encima y, quién sabe, quizá eso me ayudaria a ser un poco mas feliz, porque me cuesta mucho serlo, porque cada dia me da la sensación de que empiezo de cero y de que todo se puede romper y es que aún sabiendo como soy, me niego a asumirlo, puede que si supiera que tengo limitaciones, que soy un ser gris, sin mayores cualidades que las de quejarse o jugar a ser alguien interesante, todo fuera mas sencillo, pero me gustan las cosas complicadas y las chicas complicadas y los libros complicados porque lo facil me aburre enseguida, pero no tengo que enfadarme por eso, todo cambiará y encontraré mi lugar tarde o temprano, pero pienso que mas vale temprano, porque no sé si tendré la paciencia suficiente para que la vida despliegue sus opciones, y, pienso, no tengo mas opciones que esperar, esperar a todo, a que mi padre se recupere, a que pueda dar con la tecla adecuada en mi tesis, a que alguien me lea y piense que esto merece la pena o a que una chica se de cuenta de que necesito ayuda y compañia, sí, tengo que esperar a todo eso, porque no tengo energias para cambiar, no tengo ganas de promover una pequeña revolución y eso que lo intenté antes de que mi padre se fuera al hospital, iba a correr a la universidad y hacía pesas, pero me aburri de correr solo y de no tener más alicientes que los que yo solo me pusiera y dejé de ir y ahora fumo pero sin estar enganchado, sin sentir ninguna necesidad de hacerlo, simplemente como algo que forma parte de mi paseo vespertino de camino al bar. Lamento todo eso. Lamento no sonreir. Me pregunto en que momento empece a sentirme así de mal, porque tuve una epoca en la que parecia que se me había pasado, y que pensaba que de nuevo volvia a poder sonreir, pero esto ha venido de golpe, sin avisar, como quien te da ventaja en una carrera que sabe que puede ganar de una manera muy facil, sin esforzarse, estoy más triste que nunca y no puedo compartirlo con nadie. Me sigo riendo, pero ya no significa lo mismo. Me rio, pero sólo por cumplir, y porque no se relacionarme de otra cosa, pero tampoco puedo contarle mis preocupaciones a nadie porque ellos ya tendran bastante con lo suyo y me gustaria enfadarme de verdad y gritar y llorar hasta que me duelan los ojos y pedir cariño o pedir ayuda o las dos cosas o las que la otra persona quiera darme, porque cada vez mas pienso que no tengo voluntad ni capacidad para exigirle nada a nadie y eso es lo que quiero, exigir, dar un golpe en la mesa y cruzar los brazos enfadado, como un niño pequeño, así, así me quiero sentir y que luego venga alguien y me diga: no estas solo, aunque me odies, yo te querré. Es incondicional. Las únicas personas que me dicen eso ahora estan lejos y sólo me lo pueden decir por teléfono, pero yo necesito un abrazo, sentirme protegido por una piel, aunque sea débil, eso da igual, y llorar y pensar que todo ha acabado, que ahora sí, podemos empezar otra vez, pero ahora de manera distinta, evitando los baches que siempre nos han hecho tropezar. Y mañana volveré a pasarlo mal. Y pasado. Y el fin de semana, cuando me quede en casa, me concienciaré de que tengo cosas que decir, de que hay trabajo que hacer y de que no me puedo rendir. Pero entonces, llegara el lunes y todo volvera a ser como antes, como siempre, terriblemente como nunca.

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