sábado, 17 de abril de 2010

La superioridad moral de los melocotones

Demonios, tengo que afianzar mi posicion en el mundo, aunque mas que enemigos, quien me somete a un asedio incesante son mis propios miedos. Y no hay motivo, no, no lo hay. Ayer, precisamente vi a un antiguo compañero del colegio cuando volvia del veterinario con mi padre. Aunque seamos de la misma edad, el tiene por lo menos diez años mas que yo. Su cara arrugada, su risa tonta: dejaba bien claro que la vida se estaba riendo de el. Y asi con los demas: uno estaba ya casado, y otra tenia un crio. Me pongo a repasar la lista...y cielo santo, han caido todos. No me malinterpreteis, no me da lastima que les vaya mal, es algo que se han buscado ellos solitos. Aun recuerdo cuando el tipo que se ligo a todas las tias buenas de clase nos dijo en una ocasion: ¿seguis estudiando? que tontos...yo ya gano dinero. Teniamos por entonces dieciseis años, creo. Trabajaba con un torito, apilando palets. Con el tiempo me entere que se habia hecho corredor de motocross y habia tenido un accidente en una carrera. Tenia la rodilla llena de clavos. Otra de estudiante ejemplar paso a ser una yonki y ahora es peluquera, y otro termino en el ejercito porque no sabia hacer otra cosa. Y asi con todos los lideres de aquella generacion, los que iban a todas las fiestas, los que se reian de los demas con aires de superioridad. Nunca me invitaron a ninguna fiesta, nunca fui compañero de fatigas. Bien, ahora ellos han descubierto que cayeron en la trampa, que el juego ha terminado muy pronto para ellos, y que no hay monedas para volver a empezar una nueva. Maldita sea, no me alegro, pero tampoco me da lastima, solo me hace pensar en lo ridiculas que en ocasiones son mis cuitas y mis nubes negras. Les llevo una vida de ventaja. Jamás podré hablar con ellos, somos extraños en dos mundos diferentes, pero bueno, la vida para ellos es asi, aburrida, dificil, fria y hambrienta. No les corresponde a ellos decidir el futuro de nadie, han quedado sepultados por sus deseos. Dios, no soy tan viejo, no me he perdido nada que no pueda recuperar, las salidas por la noche, las chicas, un cierto frenesí...no, aun estoy a tiempo y ademas tengo un seguro de vida que me acompañara para siempre: mi futuro. Por que yo si tengo uno, lo he estado construyendo todos estos años y ojala de buenos frutos. Esto se esta convirtiendo en algo personal, y ya es hora de que active la bomba de neutrones. Voy a disfrutar un poco.

P.D.: por la tarde, como queriendo reivindicar mi situacion de crio respecto a aquellos viejovenes, fui a un sitio de segunda mano para comprarme un videojuego para la consola. Cuando lo probe por la noche no funciono. Tendre que probar el remedio de la pasta de dientes. Lo curioso es que entre el encuentro con este compañero ( y toda esa generacion, claro)y el videojuego que no funcionaba encontre mas de una similitud, tanto por el funcionamiento como por el lugar en el que lo compre. ¿Es esto ser demasiado cruel? Posiblemente...

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